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Lunes, 11 de mayo de 2015

FúTBOL › CON LA CABEZA EN LA COPA LIBERTADORES, NI RIVER NI RACING PUSIERON TODO

Jugaron exclusivamente por compromiso

El equipo de Gallardo prevaleció en general a lo largo del partido, que fue pobre y sin goles. Cocca produjo un insólito cambio antes de la media hora pero su equipo arriesgó muy poco. El jueves se juegan su continuidad en la Copa.

 Por Adrián De Benedictis

Los caminos volvieron a cruzarse casi con la misma similitud que el año anterior. La diferencia en esta oportunidad es que ambos están con la mira puesta en un torneo internacional. River y Racing disputaron el certamen anterior hasta la última instancia, y cuando se vieron en Avellaneda fue el visitante el que priorizó el campeonato continental. Unos meses después, los dos tienen la preferencia en acceder a los cuartos de final de la Copa Libertadores. De esta manera, los nombres que presentaron ayer poco tienen que ver con los protagonistas principales, y así el que terminó perdiendo fue el fútbol. La diferencia de jerarquía con los ausentes se notó en este duelo, y el juego salió deslucido y con muy pocas cosas para resaltar.

Los puntos positivos que habrá rescatado de ayer el técnico de River, Marcelo Gallardo, tal vez tengan que ver con la reaparición de Leonardo Pisculichi. El ex Argentinos dejó en claro que es el mejor ejecutante de pelotas detenidas, un arma que puede ser muy útil el jueves próximo, en la cancha de Boca. El volante jugó ayer desde el inicio, como enlace, y se encargó de lanzar los tiros de esquina y los libres con precisión.

El nivel del joven Guido Rodríguez también fue otro de los factores interesantes para el local. En ese sentido, Gallardo no modificará a los dos volantes centrales (Ponzio y Kranevitter) para tratar de continuar en la Copa. La ubicación de Mayada sobre la izquierda no fue acertada. El uruguayo estuvo incómodo por esa franja y no aportó nada de lo bueno que suele ofrecer por el otro sector.

El que también pareció descolocado por la otra franja fue Solari, que si bien estaba en su puesto natural, en ningún momento pudo afirmarse en el campo.

A pesar de esos contratiempos, River fue el que más se acercó al área rival en la primera mitad. Pezzella, con un cabezazo, apareció sin marca y Cabral despejó en la línea. Más tarde, Mercado, también de cabeza, tuvo su chance pero le faltó dirección. Sin duda, la mejor opción estuvo en los pies de Boyé, pero se apuró y la tiró por arriba casi en el área chica.

El conductor de Racing, Diego Cocca, se dio cuenta de que su rival estaba prevaleciendo en el mediocampo y decidió el ingreso de Acuña durante la primera parte. Con él, los de Avellaneda pudieron equilibrar ese sector de la cancha, pero igualmente no pudieron exigir con seriedad a Barovero.

El autor del gol en Uruguay, Brian Fernández, tuvo mucha movilidad en los últimos metros, pero se excedió en la posesión de la pelota y la terminaba perdiendo mientras sus compañeros esperaban sin marca. Santiago Nagüel fue uno de los pocos que intentó el traslado por abajo, pero el problema mayor era la falta de profundidad.

Para contrarrestar eso, Cocca hizo ingresar a Bou, el goleador del equipo, pero el entrerriano no tuvo opciones claras para convertir. De la misma manera que su rival de ayer, Racing también estuvo más preocupado por su compromiso ante Wanderers, con el ánimo en alza por el empate en un gol conseguido en Montevideo.

El que también afrontará su tercer Superclásico con gran impulso es River, que logró marcar la diferencia en la ida. Cuando se terminaba 2014, Racing supo aprovechar las ventajas que le dio el rival de ayer y ganó el título, pero como anoche los dos evitaron mostrar sus mejores armas, el aburrimiento terminó copando la escena. En esa oportunidad, River debía encontrarse enseguida con el mismo rival: Boca. Y la apuesta salió a la perfección, ya que se terminó consagrando en la Copa Sudamericana. El jueves próximo se conocerá el desenlace de esta nueva serie y si finalmente la tibieza que mostró ayer fue sólo pasajera. Un rato antes, Racing sabrá cuál es su verdadero rostro.


Estadio: River.

Arbitro: Diego Abal.

Cambios: 27 m, Acuña (6) por Alvarado (RC); 62 m, Videla por Castillón (RC); 66 m, G. Martínez por Pisculichi (RP); 68 m, Bou por Castro (RC); 75 m, Simeone por Boyé (RP).

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Gio Simeone y Luciano Lollo se dan la mano, un símbolo de lo blando que fue el partido.
Imagen: DyN
 
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