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Sábado, 7 de septiembre de 2002

Llauró: con sensatez y coherencia

En la sala de exposiciones de la FADU se exhibe desde esta semana una muestra con la obra de Juan Manuel Llauró.

Por Matías Gigli

Formado en la década del cincuenta, en una facultad que se alejaba del academicismo e incorporaba las ideas del movimiento moderno, Jaqui Llauró ya tiene más de cuarenta años de ejercicio profesional y recibe en estos días un justo reconocimiento a su trayectoria en el ámbito de FADU. Curada por la arquitecta Sandra Méndez Mosquera, de ARCA, la exposición muestra un compendio de obras que van desde los inicios de su carrera en la década del sesenta hasta los trabajos más recientes de estos últimos años. Son exhibidos material gráfico y maquetas, desplegando más de veinte trabajos que acercan la obra de Llauró a los alumnos de la facultad.
Jaqui ha dedicado gran parte de su tiempo a la docencia y en su cátedra se reúnen hoy tres generaciones de arquitectos.
¿Cómo eran los años de facultad en la calle Perú? ¿Quiénes eran los referentes para los alumnos en esa época? Rápidamente, Jaqui trae a la memoria las dos cátedras que por aquel entonces habían incorporado las ideas del movimiento moderno, las de Casares y Leiva. Era con esos profesores con quienes todos querían cursar. Fuera de la facultad, las figuras de Amancio Willams, “dueño de un purismo y de ideas arquetípicas” y de Eduardo Sacriste, “un ejemplo de sensatez y capaz de lograr una lógica amalgama entre lo utópico y lo fáctico”, eran estudiados y valorados.
El recuerdo de los años de formación lo llevan a invocar el nombre de Pierre de Monteró, un foro de discusión de ideas y un punto de encuentro para el trabajo en común que congregó a un grupo de estudiantes del momento, del que Jaqui formó parte.
Gran entusiasta de los concursos, reconoce a esta modalidad como la que les posibilitó a él, junto con su socio José Antonio Urgel, acceder a trabajos de gran envergadura. En la década del setenta se adjudican los primeros premios en Concursos Nacionales de Anteproyectos: San Vicente De Paul (Orán, Salta, 1970), Mercado Central (Buenos Aires, 1971), Museo y Archivo Histórico del Banco Provincia (Buenos Aires, 1980). Asociados con el Estudio Antonini, Schon, Zemborain, se adjudicaron los concursos: Centro Administrativo Gubernamental (La Plata, Buenos Aires, 1971), Universidad Nacional de San Luis (San Luis, 1977), segundo premio en el Centro Cívico San Juan (San Juan, 1971).
El gran ejercicio de síntesis y la búsqueda de ideas claras, común denominador de un modo de hacer arquitectura de toda una generación, lo adjudica al esfuerzo y la tenacidad con que había que enfrentarse para lograr el éxito en los concursos.
El Hospital en Orán, trabajo paradigmático en su obra, pensado desde lo racional, es una búsqueda que reúne respuestas acordes a un clima tropical y dentro de una zona sísmica. Esas tremendas exigencias fueron resueltas con elementos premoldeados y un alto sobretecho liviano.
La valoración de las sombras, el verde y el ritmo de una estructura modulada muestra a un arquitecto atento a los requerimientos funcionales así como a una plástica materialización de la obra.
En esta muestra Llauró decidió exhibir los ejemplos que, dentro de su vasta obra, reflejaran con mayor fidelidad su pensamiento y su modo de hacer arquitectura.

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El hospital de Orán, en Salta.
 
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