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Sábado, 9 de abril de 2005

Marca país

Una muestra del pulso cada vez más rápido del diseño joven del interior y de la Capital. Córdoba, Jujuy, Corrientes y la Patagonia ya tienen sus referentes y los porteños demuestran la efervescencia de la disciplina.

 Por Luján Cambariere

Es un placer verlos llegar. Ellos, los diseñadores del interior, que tienen otros ritmos, formas y colores. Saber de sus historias y sus tiempos, que sin duda hacen al alma de sus productos, enriquece aún más el encuentro. Quienes los vieron nacer hace pocos años, con una búsqueda genuina y un rescate honesto de materiales y técnicas propias en pos de un diseño contemporáneo, no se sorprenden.

Y vale empezar por los Usos. Los jujeños Arturo de Tezanos Pinto y Carlos Gronda comenzaron a pulmón. Cuenta la historia que hasta visitaban a caballo a los artesanos para rescatar saberes y en un diálogo continuo llegar a la pieza esperada. Hoy, esta dupla de arquitectos especializados en mobiliario ya ostenta una fábrica en sus pagos donde dan trabajo a muchas familias y sobre todo permiten que ese legado de las poblaciones originarias no se pierda. Sus primeras colecciones, Atada y Zafra, dieron cuenta de un trabajo sutil en el empleo de maderas genuinas de la zona como el algarrobo, cedro, nogal, lanza, lapacho y cardón, entre otras, unidas al trabajo del cuero natural a la manera de los viejos artesanos. Pero sobre todo, del compromiso de conservar esa materia prima de los montes jujeños a través de un plan de reforestación basado en la reposición de diez plantas nuevas por árbol extraído.

Este año desembarcaron en Buenos Aires con su colorida línea Carnavala. En ella extraen la esencia del carnaval andino para redescubrirla en nuevos objetos. Piezas de maderas de la zona como el pacará, cardón, cedro, lanza y palta, teñidas con anilinas minerales que dan vida a un asiento redondo apodado Ojo, una mesa ratona, los bancos Brancusi (en honor al escultor), un amplio espejo de pie que asemeja la cola del diablo u otro banco de almohadones rollizos que imita la capa de otro personaje emblemático de este festejo en el Altiplano. “El carnaval es una de las fiesta más lindas del norte. Una reunión de amigos donde se mezclan ritos religiosos y paganos”, cuenta Tezanos Pinto. “El nuestro es un diseño que no emplea grandes tecnologías, pero sí profundiza en un rescate desde el respeto y el diálogo”, aclara Gronda, mientras entrega una cinta con pompones de lana de oveja que asegura dan buena suerte.

También desde el interior llegaron los Ego de Córdoba con sus modernas luminarias en Difolam, material de su autoría, que ofrecen al mundo entero. Y de la misma ciudad vino Alcuza, de Marcela y Hugo Ñatochi, con diseño de objetos en cuero para el hogar y gastronomía como individuales, revisteros, portamacetas y percheros.

De Corrientes, vino De Allá Ité (de allá lejos, en guaraní) con muebles y objetos en madera y cuero crudo trenzado de forma totalmente artesanal, en base a técnicas y modelos de objetos de usos típicos del litoral –cajas, individuales, bancos, bandejas y varios objetos–.

De la Patagonia, más precisamente de Bariloche, vino Designo, de los industriales Manuel Rapoport y Martín Sabattini con un rico empleo de materiales de la zona que se patentiza en una mesa baja hecha con tejuelasde alerce que rescatan de techos viejos, un banco matero de cuero de chivo curtido en la estepa y patas de ciprés de los Andes, un banco de lenga y caña colihue y una bella lámpara en base a lunaria anua o flor del papa. “Estamos en contra de la superficialidad. Nuestros diseños muestran de dónde venimos y quiénes somos y patentizan todo lo que los diseñadores de acá tenemos para dar”, sentencian.

En la misma ciudad, Daniela Irigoyen experta en cerámica en altos fuegos (gres), presenta juegos de té, sushi, bandejas y objetos de su línea Magma Patagonia Argentina.

¿Otra perlita que hoy llega a la Capital? Los jabones artesanales La Pasionaria de una diseñadora gráfica rosarina, Carina Cavazza, con aromas que salen de la despensa –chocolate, coco, miel, canela, almendras, café, vainilla, té verde, uvas, manzanas y leche con vainilla– y en honor al país, otros patrios con esencias de pasionaria, ceibo y jacarandá, tres especies originarias de nuestro territorio.

En Buenos Aires

También pisan fuerte desde hace un tiempo, sobre todo las etiquetas conformadas por jóvenes diseñadores industriales que se fueron afianzando en la factura y comercialización de sus piezas después de la crisis del 2001, cuando empezaron a ser mirados por el mercado local.

Pablo Bianchi y Hernán Stehle, los chicos de Tónico Objetos, son un buen ejemplo de esto. Cuando empezaron con su editora de objetos también lo hicieron a pulmón y hoy son una de las etiquetas locales que más resuenan. ¿Algunas de sus apuestas 2005? La lámpara Picodulce, con pantalla de aros de resina (un buen truco, según ellos, para optimizar costos y materiales) con base de metal esmaltada a fuego de su autoría, un portallave de resina de Gustavo Marinic, Roberto Beiras del Carril y Diego Caballín y el salero y pimentero QKO con forma de fantasma, también en resina, de Rodrigo De Salvo y Arturo Porqueres.

Otros ejemplos son los productos en vidrio artesanal de Planas Viau; los utilitarios y el original mobiliario en aluminio de Fernando Poggio; la cuna, lámparas, banco y portarretratos de los Galeano-Poggi con participación en la muestra ICFF de Nueva York en mayo próximo; y el mobiliario de autor, ahora con incorporaciones o actualizaciones para hotelería y oficinas de los Team Fierro que presentan en sociedad la silla Maya metálica con correa de PVC y una nueva versión de la Aluminimum, de estructura metálica conformada por tubos de hierro, ambas del arquitecto Ricardo Blanco.

Además, Graciela Churba presentó sus alfombras de lana teñida artesanalmente y algodón reciclado junto al mobiliario de Net y las arquitectas especialistas en mobiliario de Gruppa (Andrea Reyes Ledesma y Florencia Dibar) muestran sus mesas Ova, Señorita y la Flora, bien lúdicas, en MDF laqueado y patas de hierro cromado y la súper funcional Voy y Vengo.

Interesante la búsqueda de Paloma Kon y Martín Irizar de IK que trabajan con materiales como neoprene y fibra de vidrio para un sillón de exteriores de tres posiciones y cuatro usos apodado Triplet, y una serie de mesas en MDF, vidrio y patas de hierro cromado, entre otros objetos.

Capítulo aparte merece el gran número de especialistas en luminarias –las de veta más escultórica como las de Patricia Garrido, Juan Diciervo, Objetos Luminosos, Dos Más Uno y los diseñadores Rodrigo Ruiz Díaz y Néstor Novellino, recién llegados a la escena local con unos simpáticos personajes de cuerpo de fieltro de lana pura, corazón de acrílico y cabeza de lamparita de su firma A Dos Veinte.

También creció mucho el rubro de la vajilla pintada. A mano o serigrafiada, en porcelana o cerámica, los diseños exquisitos (todo tipo de flores, insectos y plantas) de Ana Pastor siguen ganando adeptos.También los simpáticos personajes –vaca, hormiga, pollitos– de Reina Batata. Y la dulzura de la porcelana pintada de Magia Pura.

¿Otras perlitas? Este año, la etiqueta 3;veintiuno se jugó por el baño y presentó la línea Al Aqua. Muy buenas las cajitas de metal con jabones en miniatura, los burbujeros y los almohadones en PVC con un simpático gato como protagonista. El grupo Pel (Patagonia Exotic Leather) lanzó nuevos mosaicos de cuero con un sistema

de colocación de soporte magnético sumamente innovador y práctico. Y otra arquitecta, Rita Malfatti de Tres en Uno inventó insólitos huevos de aleación metálica que al frotarse ofician de jabones.

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Estos diseños pueden verse hasta mañana en Costa Salguero en la Feria PuroDiseño.
 
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