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Jueves, 3 de diciembre de 2009

EXPOSICIóN DE VIDEOJUEGOS

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Para tantear lo que se viene, más de cuarenta conferencistas darán charlas y talleres, en un revoltijo de programadores chiflados, empresarios y pensadores tech. En la Exposición de Videojuegos Argentinos EVA 2009 estará, entre ellos, el gran Ian Bogost.

 Por Facundo García

Sólo seis personas han podido completar lo que se llama un “juego perfecto” de Pac Man. La hazaña requiere pasar los doscientos cincuenta y seis niveles sin perder ni una vida, logrando que la máquina se cuelgue. Sí, suena a desafío para limados. Sin embargo la locura se repitió en septiembre, cuando un tal David Race logró concretarla en sólo tres horas, cuarenta y un minutos y veintidós segundos. Como él, hay millones de personas que dedican buena parte de su existencia a cuantificar minuciosamente cada logro que consiguen en la pantalla, manejando al clásico redondelito amarillo, soldados de la Segunda Guerra, autos deportivos o lo que sea. Pero más allá de números y temáticas, ¿qué sentido tiene esa pasión que provoca callos en las manos? No hay una respuesta única, aunque tal vez puedan encontrarse pistas para ir pensando el asunto en la Exposición de Videojuegos Argentinos EVA 2009, que se desarrollará mañana y pasado en el auditorio de la Universidad de Belgrano (Zabala 1837), con entrada gratuita.

Será una oportunidad para tantear lo que se viene. Más de cuarenta conferencistas darán charlas y talleres, en un revoltijo de programadores chiflados, empresarios y pensadores tech que incluirá, por ejemplo, al gran Ian Bogost. A través de su empresa Persuasive Games, Bogost hace juegos de “antipublicidad” criticando a las multinacionales; o se manda sátiras como Airport Insecurity, donde hay que detener a los viajeros y obligarlos a obedecer una recreación de los ridículos controles “antiterrorismo” que hay en Estados Unidos. “Demasiados videojuegos comerciales son diseñados para entregar lo que los jugadores quieren. También deberíamos entregar lo que no quieren, o lo que quizás aún no se dan cuenta de que les interesa”, lanza él, con su habitual ironía. Además asegura estar ansioso por ver si tanto auge redunda en un “modo latinoamericano” de hacer juegos. “Si mirás la forma en que los latinoamericanos son caracterizados, encontrás que siempre se apela a lugares comunes. Narcotraficantes en Grand Theft Auto, repúblicas bananeras en Trópico, y así. ¿Dónde está el Borges de los videojuegos? ¿Dónde están el tango o el asado de los videojuegos?”

Misterio. Lo que sí está emergiendo es un grupo de creadores que antepone la originalidad a los intereses económicos. Son, podría decirse, “el indie” del videojuego regional. Daniel Benmergui es uno de sus referentes: cultor del llamado “gameplay experimental” y dueño de un peinado tipo Street Fighter, el niño terrible de los bits vernáculos ofrecerá una conferencia llamada “Sólo los juegos independientes son libres”. “Ser indie se trata de hacer lo que realmente querés. Y las propuestas experimentales son las herramientas que tenemos para averiguar hasta qué punto los juegos van a cambiar el mundo”, define el creativo. Todo un manifiesto.

Los programadores de acá son conocidos por conseguir mucho con pocos recursos, y gracias a eso casi todas las empresas del ramo viven de laburos que les piden de afuera. La línea de muñecos Lego, sin ir más lejos, confió en los cerebros argentinos para lanzar una flamante serie de aventuras interactivas, y la lista de encargos sigue agrandándose. Gibert Englebienne, cofundador de Globant –otra firma en pleno crecimiento–- cuenta que ya abrieron oficinas en Estados Unidos y Europa. Su compañero y gerente general de gaming, Andrés Angelani, agrega que gracias a esa experiencia ya se puede hacer una tipología provisoria de los jugadores que han ido encontrando en el camino. “Tenés a los gamers que siguen un género desde hace años, sea estrategia, disparo en primera persona, etcétera. El que juega deportes también está bastante especializado. Ahora, el que está revolucionando el mercado y va a seguir causando sensación es el gamer casual, que se engancha a través de las redes sociales y se integra por espacios cortos de tiempo. En medio de esas categorías están los que le agarraron la onda a jugar on line, que aunque en un principio se concentraban principalmente en Asia hoy están sumándose desde otras zonas.”

La expo promete mostrar una galería de proyectos como para terminar con los ojos más irritados que un rasta fumanchero. La oferta local es sumamente diversa, y abarca material para consolas como PSP, PlayStation 2 y PlayStation 3, Nintendo DSi, Wii, móviles como iPhone, juegos web, descargables para escritorio, juegos Multijugador y juegos educativos, entre otros. Nicolás Cohen –de la desarrolladora QB9– está dispuesto a explicar el porqué de semejante variedad. “Se habla de la industria, sí. Pero eso nos ha distraído de otros grandes temas. Porque lo fundamental de los juegos es que tienen una función social. Es más, a medida que somos más los que nos entusiasmamos, van saliendo productos que permiten dos, tres, cuatro o más participantes; y estamos aprendiendo a coordinarnos y a desarrollar estrategias de equipo mientras nos entretenemos.”

El panorama de la industria internacional será otro de los ejes. Habrá popes de la talla de Joe Nickolls, productor Senior de EA Sports, que es la compañía que edita el FIFA. Se sumará al equipo Nick Fortugno, que se ha metido con experiencias tan bizarras como obras de teatro en que los jugadores se disfrazan de guerreros o magos y “salen a escena” a encarnar a sus personajes. Y un bonus para aquellos interesados en imaginar los éxitos del futuro: mañana a las 19 habrá una charla sobre dónde se puede estudiar para ser desarrollador. Artríticos, abstenerse.

* La grilla completa del evento puede consultarse en www.expoeva.com/conferencia/cronograma.

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