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Jueves, 19 de mayo de 2011

CULTURA PROFETICA SACA LA DULZURA

Caramelos ácidos

Antes de tocar en Rosario, Mar del Plata y Buenos Aires, la banda boricua se hace un rato para homenajear el tango (¿y pegarle a Calle 13?).

No habría que confundir dulzura con blandura o con jugada comercial, teniendo en cuenta los inicios de protesta social que supieron cultivar los puertorriqueños de Cultura Profética. La dulzura, su sexto trabajo de estudio, es un balance de su carrera porque, según lo explican Willy Rodríguez (voz y bajo) y Boris Bilbraut (voz y batería), cada disco es un concepto en sí mismo: aguerridos en Canción de alerta; evolucionados en Ideas nuevas, que incluía Suelta los amarres, el tema por el cual se hicieron conocidos en la Argentina; meditativos con sus asuntos personales en Diarios; experimentados en la vida mexicana en M.O.T.A. y tiernos en La dulzura. Aquí simplemente se expresan cosas lindas, aunque los boricuas no pueden escaparse del todo de la queja y cantan Verso terso y Somos muchos, también con contenido social. “Sentía la necesidad de expresar la dulzura, pues la vida no es solamente queja; y por más que uno está consciente de lo que pasa en realidad, no puede estar todo el tiempo tirado pa’ atrás, quejándose”, asegura Willy, y habla además de la monotonía de cantar siempre lo mismo y el riesgo de que eso se torne repetitivo.

Estas son canciones sobre una historia de amor platónico alojada en el mundo de las ideas. O sobre cómo se complementa una pareja para cerrar un círculo de perfección. Pero también hay canciones que critican al que tiene un micrófono para expresarse a favor de la gente y, sin embargo, lo hace pensando en su bolsillo. “Les hablamos a unos, específicamente, que estuvieron representando a Puerto Rico y presentíamos que no lo estaban haciendo con todo, porque sentíamos que pensaban más en su bolsillo que en la gente. Eso es lo que trata de pedir nuestra canción: que si tienes una tarima, la uses, porque no se trata de lo que tienes sino de lo que das”, explica Willy, pero se niega a decir en qué calle vive el que no la usa.

Entonces, por más que La dulzura sea pura miel, los puertorriqueños en la cuestión social son implacables, por eso también se consideran cinco directores dentro de la banda. “Somos un ejemplo de cómo debe ser una sociedad. Nos siguen quedando los sueños de cambiar el mundo y de hacer una música propia”, dice convencido Willy. A diferencia de los discos anteriores, trabajados en Jamaica con Errol Brown, el ingeniero de sonido que mezcló Legend de Bob Marley, La dulzura fue íntegramente grabado en Puerto Rico, salvo por la canción De tope a fondo, de religiosa impronta tanguera. “Todo lo que es piano y bandoneón se grabó acá, en el Estudio Panda. El tango ha sido una escuela, nosotros hace tiempo escuchamos a Piazzolla y en esa canción, cuando se tocaba sólo en guitarra, ya se sentía ese rico sufrimiento que tiene el tango”, festeja el bajista. Y el hecho de incluir los arreglos de tango en un disco de reggae roots es para ellos una forma de agradecer al público argentino por el apoyo a la banda.

* Cultura Profética toca hoy en Willie Dixon de Rosario (Suipacha esquina Güemes), mañana en GAP de Mar del Plata (Constitución 5780) y el sábado en el Quilmes Rock (GEBA, sede Jorge Newbery).

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