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Jueves, 26 de enero de 2012

CHIPTUNE: BAJA TECNOLOGíA, MúSICA Y RECICLAJE

Big Bit

“Esto es el punk del futuro”, aseguran los hacedores locales del chiptune, nucleados en el sello-colectivo BlipBlop. Se trata de música realizada con tecnología de 8-bits, como viejas consolas caídas en desuso. ¡Cyberpunk!

 Por Julio Nusdeo

Dando vueltas por Internet se puede dar con un video titulado “BlipBlop - Movimiento Chipero Sudamericano”. Ahí aparecen, entre fondos de pixelado colorinche que destellan y se distorsionan en interferencias, testimonios de cuatro artistas locales que desarrollan esta música 8-bits o chiptune: “Música programada con videojuegos”, dice Maia Koening (también conocida como RRayen), como primera definición. Ciertamente, se trata de música electrónica producida con viejas computadoras y la primera camada de consolas de videojuegos. “Tecnología en desuso, que se conoce como baja tecnología: la Commodore 64, el Nintendo Game Boy, la ZX Spectrum”, dice Coleco Music, otro de los artistas que junto a RRayen, Random Select, Coke & Aspirins, Los Pat Moritas y Cinematronic formaron el sello discográfico y colectivo BlipBlop, con la idea de compartir música e información.

Inspirándose en otras comunidades que reúnen músicos de chiptune, como 8–bit Peoples (8bitpeoples.com), 8-bit Collective (8bc.org), o Cultura Chip (culturachip.org), BlipBlop ya cumplió un año. En el camino de componer en 8-bits, si bien ya existen emuladores para crear chiptunes desde computadoras modernas, “lo más purista e interesante del asunto es trabajar sobre la consola”, dice Matías Brunacci (Random Select). “El sonido es lo que sale puro de las maquinitas”, agrega, y cuenta que en general se trabaja con el Game Boy clásico, al que le cargan cartuchos con programas de audio. “En China, una fábrica fantasma que no tengo ni idea donde está, pero que tiene una página de Internet truchísima, provee cartuchos vírgenes con un cable USB por el que le cargás los programas.”

Así la consola, con sus cuatro teclas direccionales y sus botones A, B, Select y Start se convierte en un instrumento musical de 8-bits. “Parte de la diversión es que, al ser tan limitado, es muy difícil no sacar un sonido que no sea latoso, crudo y horrible. Le das vueltas y vueltas hasta que sacás cosas sutiles, pero muy interesantes”, celebra Matías, y pese a que podría pensarse como un género con limitaciones, cuenta que se generan distintas corrientes dentro del chiptune: “Hay como ‘épocas’ en el 8-bits. Hay gente que viene haciéndolo hace varios años y tiene un sonido tecno, en comparación con gente más nueva que tira más para lo experimental”.

Si bien BlipBlop se inició como sello digital (o netlabel), los chicos arman “mini tiradas” de cincuenta o cien discos que ofrecen en las fechas. “Tenemos editado el primero de Random Select, el de Coleco Music, el de Cinematronic y está por salir el de los Pat Moritas, que está muy bueno. Canta y hace cumbia experimental que él bautizó como Cumbia 8-Bit”. Antes del festival chiptune de este sábado en el Salón Pueyrredón, Matías habla de un ensayo, 8-Bit Punk, escrito por Malcom McLaren en 2003 para la revista de tecnología Wired, en la que el otrora manager de Sex Pistols se refería a la chip music. “El tipo habla del chiptune y lo compara con el punk de los ‘70, cuando cualquiera agarraba el instrumento más barato que encontraba y se ponía a hacer música. La música 8-bit es el punk del futuro... si un Game Boy en Mercado Libre está 50 pesos”.

* Cinematronic, Coke & Aspirin, Coleco Music, Lautaro (Barcelona, Lowtoy Netlabel), Los Pat Moritas, Random Select y RRayen tocan este sábado 28 en el BlipBlop 8-bit Fest, en el Salón Pueyrredón, Santa Fe 4560. A las 21.

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