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Jueves, 27 de junio de 2013

GIRLSCHOOL SIGUE EN LA RUTA, 35 AñOS DESPUéS

De gira con las pibas

Cuando Lemmy reverenció el bardo que hacen al estar en la ruta, quedó claro que no son groupies sino exponentes de la (añeja) nueva ola heavy británica.

 Por Mario Yannoulas

Corría 1980 y los Uriah Heep probaban sonido. En las gradas vacías, unas chicas miraban hasta que un guardia de seguridad les pidió que se fueran. “¡Pensaron que éramos groupies!”, recuerda Enid Williams, la bajista de Girlschool, el grupo que compartía gira con la banda británica de hard rock progresivo. “En esa época, todas las bandas eran de hombres y costaba imaginar que un grupo de mujeres sentadas mirando algo fuera más que un puñado de fanáticas. Pero cuando empezamos, la intención no era armar una banda de mujeres por alguna razón; éramos tan sólo compañeras de colegio que se juntaban a tocar. Después el mundo cambió y con el punk aparecieron un montón de chicas en bandas, pero fuimos las únicas en seguir con esto... quizá porque no tuvimos hijos.”

Autoproclamado como el combo femenino más duradero de todos los tiempos, Girlschool emprende una nueva gira para dar testimonio de su expedición de 35 años por la jungla del patriarcado rocker. Y mientras algunos carteles anuncian una “gira despedida”, las británicas lo desmienten. “No sé de dónde salió eso, es nuestra primera gira por Sudamérica y espero que no sea la última”, le transmite Williams al NO. “Normalmente, todas las bandas grandes hacen más o menos lo mismo: graban un disco, salen de gira un año, toman un descanso y vuelven. Nosotras tratamos de hacer algunos conciertos, tomarnos unas semanas de descanso, tocar otra semana y de nuevo descanso, y así. Algunas canciones las venimos haciendo desde hace treinta años, queremos que todavía sean frescas y nos siga emocionando tocarlas.” Es por eso que no se puede esperar nuevo material de estudio del cuarteto londinense –su último trabajo fue Legacy, en 2008, sin contar la reedición de su exitoso segundo disco Hit and Run, en 2011–, sino la salida de un dvd en vivo para el año que viene.

La historia de Girlschool quedó sellada no sólo por ser una empresa compuesta exclusivamente por personal femenino –lo que a fin de cuentas podría resultar anecdótico– sino por haber grabado su nombre en las placas de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (Nwobhm, por sus siglas en inglés). Es así que comparten cartel con grupos legendarios como Iron Maiden, Judas Priest y Motörhead, entre otros. De hecho, fue el propio Lemmy Kilmister uno de los responsables de inflar la carrera de ellas al invitarlas a girar con ellos en 1979. “Llevamos a la única banda de chicas con nosotros, nadie quería involucrarse en eso. Puedo decir que se divierten más que cualquier banda de hombres que haya visto. Se portan mal, toman hasta quedar debajo de la mesa”, reveló Lemmy en el documental Metal: A Headbangers Journey. “En realidad, no hay anécdotas con él que pueda contar”, replica la bajista entre risas. “Pero era famoso por tomar anfetaminas, y cuando tomás mucha anfeta, transpirás mucho. Una vez, en un hotel, la mucama salió espantada por el olor a transpiración que había en el cuarto después de tantos días de anfeta.”

¿Cómo explicás la explosión de tantas bandas legendarias en un mismo momento histórico?

–En los setenta nos encantaban Zeppelin, Sabbath, Purple, pero también Marc Bolan y la movida glam. Empezamos en 1975 y en el medio apareció el punk, que tenía mucho que ver con la actitud, volver a las bases, que todo el mundo pudiera tocar. La música se volvió más brutal, casi como al principio del rock and roll: energía y diversión. Hasta entonces predominaban los discos conceptuales, que eran lindos, pero habían divorciado al rock de sus raíces. La nueva ola del heavy metal británico terminó siendo una camada de bandas de fans de los setenta cruzados por la frescura del punk, y eso las hizo novedosas.

¿Te molesta que te sigan preguntando por el hecho de ser mujer en el rock?

–Depende de cómo lo pregunten, pero gracias por contemplarlo. La duda es natural porque no hay tantas bandas de mujeres. La pregunta que no nos gusta es: “¿Cómo es ser una mujer en una banda?”, algo que no podemos responder porque nunca fuimos un hombre en una banda. En realidad, a los que les gusta la música no les importa si somos mujeres o no.

* Domingo 30 en The Roxy Shows, Niceto Vega 5542. A las 18.

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