“Uno de los más hermosos sonidos sobre la Tierra es el de John y Exene cantando juntos”, aseguró alguna vez Henry Rollins, que al frente de Black Flag mantuvo bien alto la llama del punk californiano, heredándola justamente de X, el influyente y mítico grupo de John Doe y Exene Cervenka. “No fue casualidad que los dos cantásemos juntos. En los comienzos, era muy importante que hombres y mujeres fueran iguales dentro del punk”, explica John Doe al teléfono desde Brasil, donde la banda –con su formación original, a más de tres décadas de sus comienzos– acompaña a Pearl Jam en todos los shows de su gira sudamericana, antes de hacerlo también esta noche en La Plata. “El grunge llevó adelante la misma esperanza y la misma ética que el punk”, afirma Doe. “Estamos muy agradecidos con Pearl Jam –agrega Cervenka–. Porque nunca hubiésemos podido llegar a Sudamérica sin su invitación. Son tipos muy generosos, no sólo con nosotros, sino con todo el mundo. Además, amo la voz de Eddie. Podría escucharlo cantar cualquier cosa.”

Si para Doe Argentina significa tango, para Cervenka significa muchas cosas más. Estuvo casada con Viggo Mortensen, el padre de su hijo, así que asegura haber oído hablar todo el tiempo sobre Buenos Aires. ¿Y de San Lorenzo? “Uf –responde resoplando–. Viggo lo ama.” Pero lo que más parece interesarle a Cervenka es respirar lo que ella llama un aire de libertad en Sudamérica. “No tienen ni idea del estado policial que es ahora Estados Unidos”, comenta. Cuando se le mencionan los incidentes que se registraron cuando tocaron con X en el Johnny Cash Music Festival, en Ventura, con la policía cargando con sus caballos entre el público para detener un pogo, Exene asegura que sólo querían provocar disturbios. “Porque ya no hay más policía, sino cuerpos especiales antiterroristas. ¡Pero no hay terroristas!” Según ella, la gente ha estado atontada tanto tiempo en los Estados Unidos porque le ponen flúor al agua, los mantienen entretenidos y les dan cosas que comprar; pero ahora que se llevaron sus ahorros y sus hogares, parecen estar despertando. “Yo peleo desde hace tiempo, así que todo lo que está sucediendo ahora me da esperanzas.” Lo bueno de vivir siendo paranoico, se le comenta, es que cuando todo va mal al menos se puede tener la satisfacción de haber tenido siempre la razón. Exene se ríe, y asegura que fue como haber vivido toda la vida dentro de la película Invasion of the Body Snatchers, donde nadie les cree a los que aseguran que los invasores ya están aquí. “Uno les decía que eran el mal, y la gente decía: ‘No, el gobierno no haría eso’. Me entristece cuando la gente que no cree destruye a la gente que cree.”

Además de la –a esta altura– recurrente reunión de X, tanto John Doe como Exene Cervenka nunca dejaron de tener sus propias carreras solistas. Doe acaba de editar Keeper, un disco donde asegura haber intentado capturar el sonido de los ’70. “Los buenos ’70. Los de Sticky Fingers, no de Peter Frampton Comes Alive.” El último disco de Exene, que hace unos años fue erróneamente diagnosticada con esclerosis múltiple, se llama The Excitement of Maybe, y lleva un corazón en la tapa. “Son canciones de amor, pero el próximo será sobre la crisis económica”, adelanta. Antes, John confiesa que entre febrero y marzo ambos se reunirán para intentar escribir canciones nuevas para X. “Tengo algunas músicas, y Exene siempre está escribiendo letras. Música y letra no siempre hacen una canción, pero vamos a intentarlo. Y si hay nuevo disco de X, será punk. No imagino a nuestro guitarrista Billy Zoom haciendo un disco de cantautor, así que haremos lo que mejor sabemos hacer: mezclar rockabilly y buenas letras, y dos voces cantando juntas.”

–El mundo necesita una mejor distribución de la riqueza y más ocupaciones como las de Wall Street. Pero podemos ser su banda de sonido.