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Jueves, 3 de junio de 2010

SANTA FE › PIDEN UNA SEGUNDA AUTOPSIA DEL CUERPO DE SILVIA SUPPO

Puntos oscuros de un crimen

Los abogados querellantes solicitaron que esté a cargo de forenses de la Nación. La primera autopsia "fue incompleta", señalaron.

 Por Juan Carlos Tizziani

La querella pidió ayer al juez de Instrucción Nº 2 de Rafaela, Alejandro Mognaschi, que investiga el asesinato de Silvia Suppo, otra batería de pruebas para esclarecer los puntos oscuros que rodean el crimen, entre ellas una segunda autopsia de la víctima que debería practicarse en el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación. La primera autopsia se hizo en el Instituto Médico Legal de Santa Fe, pero sus conclusiones no explican la mecánica de las heridas y tampoco si las nueve puñaladas que recibió Silvia se corresponden con los dos cuchillos incautados a los presos: Rodrigo Sosa, de 18 años y su primo, Rodolfo Cóceres, de 22, que se atribuyeron el homicidio. Ayer, ambos detenidos pasaron por los Tribunales de Rafaela, donde aceptaron la extracción de muestras de sangre que serán utilizadas para comparar el ADN con material biológico que un equipo de criminalística de Gendarmería Nacional pudo recuperar de la escena del crimen: cuatro filamentos pilosos que estaban adheridos en la camisa de Suppo y en el pantalón de uno de los imputados.

Suppo fue apuñalada el 29 de marzo, después de las 9 de la mañana según confesaron sus atacantes y falleció alrededor de las 13 en el hospital de Rafaela. Sus hijos, Marina y Andrés Desféfani, se negaron a que la autopsia quede a cargo del médico de la Unidad Regional 5, por lo que el juez Mognaschi ordenó el traslado del cuerpo a Santa Fe, para que la practique el forense en turno en los Tribunales, doctor Pimpinella. "La autopsia se realizó en forma correcta, pero incompleta" dice el escrito de los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné porque no se enviaron a Santa Fe los cuchillos incautados a Sosa y Cóceres ni la ropa de la víctima.

Pimpinella produjo un informe y se lo remitió al juez de la causa, pero también incompleto, porque omitió agregar las fotos y radiografías del cuerpo que se tomaron durante la autopsia. Para evitar que esta situación se repita, la querella solicitó al juez Mognaschi que oficie "al Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la Nación para que practique una nueva autopsia" del cadáver de Suppo, remita "los cuchillos secuestrados" en la causa y "la ropa perteneciente a la víctima". Y designe como peritos de parte a dos profesionales de confianza: María Dolores Perassolo y el antropólogo Miguel Nieva. Además, debería enviar "la historia clínica" de Silvia confeccionada en el hospital de Rafaela y en el servicio de emergencia que la trasladó al nosocomio.

Según el informe de Perassolo, que la querella agregó al escrito, la primera autopsia "se realizó en forma correcta, aunque incompleta", por lo que sugirió "la realización de una segunda autopsia". "En ese momento, ni el médico forense, ni el técnico eviscerador, ni la perito contaban con la información necesaria del caso. Hoy sería de utilidad la realización de una nueva autopsia para un mejor encause de la investigación. Ya que al contar ahora con el arma, ésta se debería usar para cotejar con las heridas" y "dilucidar que si fue la que causó dichas heridas. Así también al contar con el croquis de la escena del crimen se puede inferir la localización del cuerpo como fue encontrado".

"En cuanto a la cadena de custodia, nunca se tomó conocimiento en qué condiciones fue entregado el cuerpo y, hasta el día de hoy, no se tiene conocimiento todavía de los exámenes realizados a las muestras tomadas en la sala de autopsia (sangre, uñas, hisopados y humor vítreo). Tampoco se adjuntaron al informe, las fotografías tomadas durante la autopsia, ningún tipo de esquema de la localización de las heridas, ni las radiografías tomadas" en el estudio.

En el informe no consta el orden de producción de las lesiones infringidas a la víctima (puñaladas). Porque "al momento de realizarse la autopsia aún no se contaba con los cuchillos, presuntas armas blancas utilizadas en las lesiones, por lo que hoy se plantea como necesario compararlos con las heridas del cadáver a los fines de determinar si son o pueden ser los productores de las lesiones".

"Y en la observación externa, el cadáver tenía dos uñas cortadas, elemento que no fue informado en ninguna parte del informe medico legal. Ni se investigo la cadena de custodia, no hay fotografías de lo mencionado, ni se indagó a quien fue entregado el cuerpo", dice el informe de Perassolo.

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Suppo fue asesinada el 29 de marzo pasado.
 
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