La cuenta regresiva nos ubica a cuatro días del comienzo del torneo Clausura, donde Ñuls y Central deberán lograr un consistente colchón de puntos para desterrar la angustia de miles de rosarinos. Esas décimas que inmovilizan a los hinchas de toda una ciudad son las que deberán acrecentarse merced a triunfos y empates que podrán ser rescatados como positivos, según el entorno en el que se los consiga. Tanto Ricardo Caruso Lombardi como Leonardo Madelón establecieron una estrategia para presentar en la cancha un equipo que capitalice el trabajo previo.

Hay una mínima ventaja para los rojinegros, es verdad. La llegada de los cuatro refuerzos permitidos por el reglamento (Juan Carlos Ferreyra, Nicolás Cabrera, Diego Scotti y Cristián Llama) le permite al entrenador tener un plantel largo y con disponibilidad de nombres frente a lesiones y/o suspensiones. A Central llegó sólo uno de los apellidos solicitados por el técnico y pese a la jerarquía que le estampó el último título logrado por Lanús, Walter Ribbonetto necesita de otros actores de primera línea que lo acompañen en la misión más importante que los canayas tienen en esta estación de la temporada 2008.

Caruso Lombardi apeló a una de las máximas del fútbol y armó su equipo de atrás hacia adelante. Con Villar disputando el último torneo con la camiseta de Ñuls y una línea de cuatro que envidian hasta los propios equipos grandes: Ré, Schiavi, Spolli y Quiroga la dan contención y seguridad al resto.

El metro noventa de los centrales amedrenta a los rivales en cualquier intento por enviar la pelota por vía aérea. El oficio de Ré para las coberturas y relevos es otro síntoma que invita a soñar con un arco que estará entre los menos vencidos del campeonato. Por la izquierda, Quiroga entregará el único punto débil a la hora de marcar pero será quien más contribuya con el juego de los volantes, a partir de sus apariciones a espalda de los volantes contrarios.

El medio tendrá a dos viejos conocidos y dos que llegan para aportar juego y contención. Bernardello y Donnet ya conocen el terreno que recorrerán durante los próximos meses, Cabrera buscará hacer olvidar al jugador que pasó sin gloria por Racing y Scotti significará despliegue para cortar en su función de doble cinco. Como alternativa inmediata, Cristian Llama ﷓la incógnita es saber como responderá tras seis meses de abstinencia futbolística en Italia﷓ es el hombre al que recurrirá Lombardi.

Arriba, jugará Da Silva y uno más. El paraguayo logró crédito a fuerza de goles en los pasajes finales del anterior torneo y cuando parecía que el recién llegado Ferreyra sería su compañero, Salcedo mostró en la pretemporada por qué Ñuls alguna vez se fijó en él.

En Central, Madelón encontró durante este lapso algunos contratiempos que lo obligaron a cambiar de planes. Sin el delantero que había solicitado para acompañar a Vizcarra y con los permanentes desplantes a los que fue sometido tras los intentos por sumar jugadores valiosos, se fue aferrando al plantel original. Alvarez es indiscutido en el arco. Atrás, Danelón apareció gratamente luego de la lesión de Espinosa y, si el torneo oficial no le tira encima el típico miedo escénico que patentó Jorge Valdano, hay lateral derecho para todo el campeonato. Raldes y Ribbonetto aún no sincronizaron todo lo que deberían, pero se trata de dos buenos jugadores que con más minutos juntos terminarán dando solidez. Por izquierda, Emiliano Papa entrega buenas y malas, pero a su favor surge el hecho de conocer donde y por qué juega.

Tomás Costa fue de lo mejor en el peor torneo de Central de los últimos años. Será fundamental que mantenga sus dos mejores armas: la proyección y el remate de media distancia. Con unos cuantos torneos encima, Borzani es la pieza que deberá equilibrar el terreno que queda a merced del rival entre la defensa y el ataque. En este punto puede ser una buena noticia que Jesús Méndez, quien tiene todo listo para incorporarse, lo ayude a patrullar la mitad de cancha. Si el ex River y Olimpo ingresa entre los once, Madelón deberá optar y una receta interesante es con el Kily por la izquierda, Messera de media punta y José Vizcarra como delantero de área.