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Lunes, 14 de enero de 2008

CULTURA / ESPECTáCULOS › CINE "DESAPARECIO UNA NOCHE", DIRIGIDA POR BEN AFFLECK

Dilemas morales y un detective pequeño

 Por Leandro Arteaga

Desapareció una noche 7 puntos (Gone Baby Gone)

EE.UU., 2007

Dirección: Ben Affleck.

Guión: Ben Affleck, Aaron Stockard, a partir de la novela de Denis Lehane.

Fotografía: John Toll.

Música: Harry Gregson-Williams

Intérpretes: Casey Affleck, Michelle Monaghan, Ed Harris, Morgan Freeman, John Ashton, Amy Ryan, Amy Madigan.

Duración:114 minutos.

Salas: Monumental, Del Siglo, Village, Showcase.

Aunque nunca haya sido un actor a atender, Ben Affleck supo despegarse de su imagen burda en un papel que le calzara como anillo al dedo. Al menos eso fue lo que supo demostrar en Hollywoodland (2006), como el malogrado George Reeves, el famoso Superman televisivo. También ha escrito un guión "oscarizado", el de la previsible En busca del destino (1997), film que le valiera a su director, Gus Van Sant, serias críticas ante el abandono de una mirada personal que recién recuperaría con Gerry (2002, con guión y protagónico de Casey Affleck).

Con Desapareció una noche, Ben Affleck realiza su primer largometraje como realizador. Gone Baby Gone -tal su título original- es parte de la serie de novelas que el escritor Dennis Lehane, mismo autor de Río místico, dedicara a la pareja detective Patrick Kenzie y Angie Gennaro. Caracterizados en el film por Casey Affleck (el sorprendente Robert Ford de El asesinato de Jesee James) y Michelle Monaghan, los jóvenes investigadores intentan averiguar el paradero de una niña desaparecida.

Patrick conoce el barrio, creció en él, y su voz en off lo sitúa, progresivamente y a merced de los acontecimientos, como el private eye de los policiales negros. Es joven, porta un arma pequeña, sus interrogatorios lo vuelven víctima de burlas a las que no duda enfrentar, mientras debe lidiar con las advertencias de policías, de familiares de la desaparecida, y las de su propia pareja, la misma Angie.

Si ellos son la pareja problemática, casi ingenua, valdrá entonces el contrapunto desde el que se sitúan los policías compuestos por Morgan Freeman, John Ashton, y el magnífico Ed Harris. Lo que se entreteje, mientras tanto, es una trama en la que lo que se desoculta condiciona el parecer del espectador y lo obliga a reorientarse argumentalmente. Tal vez haya demasiada información y algo de desorden narrativo, pero no altera ello el núcleo desde el cual Desapareció una noche se concibe.

Si Patrick queda, cada vez más, solo, ello le ocurre por ser consecuente con sus ideas, y por equivocarse gravemente. El film es capaz de situarlo en un enclave decisor, desde el cual la película se redimensiona y abre interrogantes inesperados. Cómo resolver aquello ante lo cual no hay posible vuelta atrás para el detective es la virtud que predomina en Desapareció una noche.

Y el otro punto a favor es la sobriedad desde la que el film está narrado. Sin héroes intachables, con defensores de una ley a la que han faltado el respeto una y otra vez, con un cuerpo social absorbido por la imagen que de él los medios de comunicación conciben, y con una cámara despojada de cualquier alarde y atenta a los detalles que descubrimos con el mismo Patrick.

Es cierto, hay similitudes con Río místico, pero seguramente dadas por las recurrencias temáticas contenidas en las novelas. Además, mientras que el film de Clint Eastwood es una de las últimas obras maestras del cine norteamericano, Desapareció una noche es una buena película, capaz de exponer ese lado oscuro desde el cual se erige la hipocresía norteamericana. No es poco.

Y tiene la habilidad de presentarnos a un investigador tan inverosímil como posible. Falible y moral. Religioso. Casey Affleck como Patrick Kenzie es una voz cansina, de whisky inexistente, de una corta vida que, parece, ha sido difícil. No es rudo, y parece estar al borde de ser víctima de la peor golpiza. De alguna manera se las ingenia. Sea para sobrevivir. Sea para soportar sus dilemas morales.

Ahora es Martin Scorsese quien prepara la traslación fílmica de otro de los títulos de Dennis Lehane. Con los protagónicos de Ben Kingsley y Leonardo DiCaprio, Shutter Island, policial ambientado en los años '50, tiene previsto su estreno para el año 2009.

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