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Domingo, 20 de abril de 2008

CULTURA / ESPECTáCULOS › EXPERIENCIA. QUE SON Y COMO FUNCIONAN LAS LUDOTECAS DE LA MUNICIPALIDAD

El juego como base del crecimiento

En 2006, vecinos de zona oeste plantearon la necesidad de contar con un lugar dónde dejar a los chicos mientras salían a trabajar. El Area de la Niñez reformuló creó las Ludotecas.

 Por Fernanda González Cortiñas

"Todo ser pensante puede imaginarse la realidad del juego", dijo en 1938 Johan Huizinga en la que quizá sea su obra más célebre, Homo ludens. En el libro, el historiador holandés aborda la cuestión de lo lúdico en el ser humano como un fenómeno cultural, entendiéndolo como una función inherente al hombre, tanto como la reflexión o el trabajo, con lo que amplía las figuras tradicionales del homo sapiens y el homo faber. Así, Huizinga ubica al juego en la génesis y desarrollo de la cultura misma, aclarando que ésta "(...) no surge del juego, como un fruto vivo se desprende del seno materno, sino que se desarrolla en el juego y como juego". Para el téorico lo importante del juego es que se trata de una acción "que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de 'ser de otro modo' en la vida corriente", para agregar que, "(...) como práctica creativa e imaginaria, permite que el hombre potencie esas capacidades, haciendo que se puedan originar nuevos mundos. Esos mundos, le permiten sentirse una persona libre".

En el inciso 7 de la Declaración Universal de los Derechos del Niño, firmada casi medio siglo después, la ONU dice que: "El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho", se señala en el citado inciso.

En 2006, en el marco del programa Presupuesto Participativo, un grupo de vecinos de la zona oeste le planteó a la municipalidad la necesidad de contar con un espacio dónde poder dejar a los chicos mientras ellos salían a trabajar. Después de analizar el problema, el Area de la Niñez tomó la decisión de reformular el proyecto y le devolvió a la comunidad un programa complejo y completo: Ludotecas.

"Quisimos cambiar la idea de guardería, esa idea de "depósito" para chicos", por algo que les sirviera a los padres pero que sobre todo le sirviera a los chicos. De paso, nosotros también lo podríamos usar para hacer nuestro trabajo", cuenta Andrea Travaini, titular de la repartición. Ese mismo año se crearon ocho ludotecas. Actualmente el municipio sostiene 14 ludotecas.

Orientado fundamentalmente a los sectores sociales más vulnerables, a las ludotecas (que funcionan en distintos espacios: vecinales, cooperativas, centros Crecer, sedes de distrito, etc.) asisten chicos de 6 a 12 años, escolarizados o no, durante tres horas, en dos turnos: mañana y tarde. Pero si bien el proyecto es fiel a la definición, las ludotecas cumplen una función que va mucho más allá de ser simplemente un "espacio de juego".

"Para nosotros la ludoteca es una herramienta fundamental --apunta Travaini. Es un ámbito distendido que nos permite acercarnos a cada realidad desde otro ángulo, probablemente menos invasivo que cualquier otra metodología. Así, podemos dejar conformes a los papás, que saben que sus hijos están a cargo de un profesional; a los chicos, que pueden "salir a jugar" cerca de su casa (la mayoría puede ir y venir caminando solos) y tomar la merienda; y a nosotros nos brinda un material fundamental, ya que nos deja conocer cada problemática, saber, de un modo amable, por qué un chico no está yendo a la escuela, si recibe sus vacunas, si es un chico golpeado, etc. Nos permite conocer su situación familiar particular, y , si es necesario, nos ayuda a tratar de modificarla. Cada vez que uno se acerca a un chico se despliega un abanico de situaciones inimaginables. Por eso nosotros consideramos a la ludoteca como un ámbito privilegiado para el trabajo que hace el área de la Niñez en todo el territorio, en relación al seguimiento da cada individuo y al fortalecimiento de los lazos familiares, algo en lo que ponemos mucho énfasis".

En este marco, las ludotecas son apenas un eslabón en la compleja trama que urde el área. "Dentro del equipo que trabaja en Promoción Familiar, hay gente que trabaja especialmente con los chicos en situación de calle. Ellos articulan su labor específicamente con el de los ludotecarios. A través del juego se puede saber si un chico es contenido o expulsado de su familia, si es querido o maltratado, e incluso podemos darnos cuenta si no hay adultos responsables, es decir, si se trata de un chico abandonado".

Volviendo a Huizinga "conocer el juego es conocer, siempre, el espíritu" y como el juego "es libre, es libertad" y básicamente es "improductivo" (sobre el tema, en El poeta y los sueños diurnos Freud afirma que el juego "no es lo opuesto a lo serio, sino a lo real"), hay muchos padres a los que no les sirve que sus hijos estén en la ludoteca. "Lamentablemente, hay casos en el que este dispositivo no sirve de mucho, y es en el caso de los chicos que son explotados por sus padres. Ni la ludoteca ni ninguno de los otros programas con los que contamos le resultan atractivo a un padre que tiene a sus hijos pidiendo en la calle. De todos modos, siempre me parece bueno aclarar que los chicos aquí son siempre víctimas --explica Travaini. Esto también nos pasa con algunos de los chicos más grandes. Tenemos un plan de Inclusión Socioeducativa en el que vamos, por ejemplo, al Mercado de Concentración de Fisherton, donde hay cantidad de menores trabajando. A ellos les ofrecemos becas de estudio a lo que en general nos contestan que lo que nosotros les pagamos por mes, ahí lo ganan en un día. ¿Cómo refutar un argumento como ese?"

A pesar de que en esta coyuntura el acento de la labor de las ludotecas está puesto en la creación de un espacio de contención para chicos en situación de vulnerabilidad social, el perfil del proyecto abarca otras realidades más cercanas a su espíritu inspirador: el de estimular el desarrollo psicoafectivo del niño.

"Esto es lo bueno que tiene la ludoteca --explica la funcionaria﷓-; que es un ámbito que ante todo promueve la socialización y el intercambio, a travé de un lenguaje universal y sin edad como es el juego. Pero además, la ludoteca les permite a los chicos conocen otras realidades y aprender a convivir en la diferencia. Porque si bien van chicos que nunca pisaron la escuela o que al salir de la ludoteca se van a un semáforo a pedir, también van chicos cuyos padres prefieren que vayan a jugar a la ludoteca antes que estén viendo televisión en casa o en la calle, o chicos a los que les gusta leer o chicos que quieren aprender a jugar al ajedrez. Por supuesto que esto sería lo ideal: que la ludoteca se transforme en un espacio de juego, de imaginación, de creación; de construcción de lo simbólico, de búsqueda de la indentidad. Por ahora, es apenas un recreo para chicos que tienen muchos problemas que resolver. Es un pequeñísimo espacio en sus vidas que les permite ser, aunque sea por un ratito, lo que deberían ser siempre, niños".

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Un proyecto que sigue creciendo.
 
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