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Miércoles, 1 de abril de 2015

CIUDAD › EL PARO FUE MASIVO EN EL SECTOR DEL TRANSPORTE URBANO Y DE MEDIA DISTANCIA

Imágenes de un día en la ciudad

Como se esperaba, el paro nacional tuvo alto acatamiento en Rosario en el transporte, bancos, escuelas y oficinas municipales. Hubo piquetes, que se levantaron por la tarde, mientras la actividad fue casi normal en bares y comercios del centro.

 Por Claudio Socolsky

Sin colectivos, bancos, escuelas, y nula actividad en las oficinas municipales, pero con muchos comercios abiertos y taxis en las calles, la ciudad mostró ayer una cara diferente durante el paro realizado por las centrales obreras opositoras que reclaman cambios en el impuesto a las ganancias. Según el secretario general de la CGT Rosario, Rubén López, la adhesión a la medida de fuerza estuvo "en el orden del 85 y 90 por ciento", y se desarrolló "con total normalidad". El secretario gremial del sindicato de Camioneros planteó que "el gobierno por lo menos se tiene que sentar a conversar para mover el monto del mínimo no imponible del impuesto". Durante la mañana y por unas horas a la tarde, militantes del Frente de Izquierda y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) realizaron piquetes en distintos puntos de la ciudad.

La falta de transporte público, pieza fundamental para medir el impacto de una medida de fuerza, obligó a los rosarinos a movilizarse en sus automóviles particulares, despreocupados por el combustible ya que las estaciones de servicios permanecieron abiertas, en moto, bicicleta o directamente caminando. La postal en las calles de la ciudad no era la habitual, particularmente porque las escuelas y facultades estaban cerradas. De todos modos, la mayoría de los comercios, grandes y pequeños, abrieron sus puertas y atendieron normalmente.

La CCC se sumó nuevamente al reclamo de las centrales obreras opositoras. La organización mantuvo cinco cortes en Circunvalación y la autopista a Buenos Aires, Circunvalación y Presidente Perón, donde el piquete se realizó en forma conjunta con el sindicato de camioneros, Circunvalación y Juan José Paso, Felipe Moré y Presidente Perón, y en Sánchez Granel y Pollado. El Frente de Izquierda realizó otro piquete en la autopista a Santa Fe. Todos los cortes se levantaron a las 16.

Sobre el mediodía, no había movimiento en la plaza Sarmiento. Tampoco en la Estación Terminal de Omnibus Mariano Moreno. Apenas algunas personas que aprovecharon para tramitar el DNI en el stand del Ministerio del Interior, y otras en los bares y locales que estaban todos abiertos. Las plataformas estaban vacías, solamente ingresaron cuatro colectivos que habían salido antes que comenzara el paro. Las boleterías también estaban cerradas. Algunas tenían carteles con la leyenda "Maldito impuesto al trabajo", firmados por la CATT, el gremio que nuclea a los trabajadores del transporte.

En el microcentro de la ciudad, la mayoría de los comercios estaban abiertos, teniendo en cuenta que el gremio mercantil decidió no adherir al paro, pero había nulo movimiento en la zona de bancos que estaban todos cerrados. En la peatonal, la ausencia de inspectores les permitió a los vendedores ambulantes instalarse con sus productos como ocurre habitualmente. El sindicato de Trabajadores Municipales fue uno de los gremios que apoyó la protesta de las centrales obreras opositoras.

Al precisar que el 32 por ciento de los empleados municipales paga el impuesto a las Ganancias, la intendenta Mónica Fein aportó declaraciones a la protesta al señalar que "el salario de un trabajador no es una ganancia". Según la jefa del Palacio de los Leones, "el paro es una atribución que tienen los gremios, que yo respeto y que es la última instancia, porque siempre es mejor evitarlos. Y para eso hay que buscar todas las alternativas y el gobierno debe discutir un cambio en el impuesto a las ganancias que afecta al trabajador". En el mismo sentido se pronunció el gobernador Antonio Bonfatti (ver aparte).

Diferente era el panorama en los locales gastronómicos del microcentro, ya que varios permanecieron con las persianas bajas debido a que el gremio fue uno de los que apoyó la medida de fuerza para reclamar cambios en el impuesto a las ganancias. En uno de los shoppings de la ciudad -Alto Rosario- la actividad era normal. Varias mesas ocupadas en el patio de comidas y poca gente en los comercios. Aunque el SUTEP, el sindicato de los trabajadores de espectáculos públicos, adhería a la protesta, el complejo de cines abrió sus puertas después del mediodía.

En la zona de Tribunales, el movimiento era similar al habitual. Muchos automovilistas intentando conseguir un lugar para estacionar y varios profesionales del derecho caminando por las veredas adyacentes cargando expedientes. A pesar que el sindicato de empleados judiciales provinciales no adhirió a la jornada de protesta, por los pasillos de del edificio casi no había gente. Unas cuadras más allá, tres pintores ajenos a la medida de fuerza comenzaban a puros brochazos la tarea de pintar nuevamente de blanco el Museo Castagnino.

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En la Terminal de Omnibus no hubo movimiento.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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