La semana que viene cumple un año y cinco meses el homicidio de Jairo Trasante, hermano de una de las víctimas del triple crimen de villa Moreno, y aunque en Tribunales aparece la posibilidad de condenar al único acusado mediante un juicio abreviado, la familia y amigos del joven aseguraron que no aceptarán una pena baja. "No vamos a negociar la vida de Jairo", señaló un grupo de chicas y chicos reunidos ayer en Balcarce al 1600. Adentro, el fiscal Enrique Paz se reunió con Eduardo Trasante, padre de la víctima, y su abogado Norberto Olivares para interiorizarse de la propuesta que aún aparece como informal. Es que si bien la posibilidad del juicio abreviado - al que se llega mediante un acuerdo de pena entre las partes-- está latente, la defensa del imputado no presentó propuesta alguna. La familia espera sumar pruebas "de importancia" en los próximos días, en las que tienen puestas sus expectativas; y una vez que haya propuesta analizarán si aceptan o no. Además, preparan una nueva marcha para la semana que viene.

El crimen de Jairo, hermano de Jeremías Trasante, asesinado junto con Adrián "Patóm" Rodríguez y Claudio "Mono" Suárez, en enero de 2012, en lo que se conoció como el triple crimen de villa Moreno (ver recuadro), ocurrió alrededor de las 5.30 del 2 de febrero de 2014, a la salida del boliche Chiringo, de Dorrego y San Luis, luego de una pelea que se había dado dentro del local. El joven, que viajaba como acompañante de una moto, fue baleado desde un auto con al menos cuatro ocupantes; y cayó tendido en Dorrego y Zeballos.

Tres semanas después fue detenido Ramiro Urrutia, de 30 años, pero hasta ahora la Justicia no logró dar con las otras personas. En junio pasado, el acusado fue procesado como coautor del crimen, por el juez Juan Andrés Donnola. "Las pruebas acopiadas indican que el vehículo tiene absoluta semejanza con el que persigue a la moto y que resulta observado por la cámara (de seguridad de la zona) y es descripto por el testigo presencial del hecho", expresaba el fallo de procesamiento.

Poco después, la Cámara Penal confirmó la prisión preventiva del joven, en audiencia oral y pública, al considerar que las balas que recibió Jairo fueron en "represalia" por la pelea que inició en el interior del boliche y que continuó en la calle.

Los acusados iban en un Renault Sandero que conducía Urrutia, pero aún permanecen prófugas tres personas, en el marco de la causa. Los amigos de Jairo estiman que existe entre ellos una suerte de "pacto de silencio", ya que Urrutia nunca develó con quiénes iba en el auto aquella madrugada.

Ayer, chicos y chicas que compartían su adolescencia con Jairo fueron a Tribunales a hacer oír sus voces, y dejar en claro que no aceptarán una pena mínima contra el acusado. Es la por los delitos que le achacaron -homicidio calificado y portación de arma- la pena de base serían diez años y ocho meses; pero en la causa hay cuestiones agravantes que llevarían a una pena mucho más alta.

Tras la reunión con el fiscal Paz, Eduardo Trasante y el abogado Olivares, señalaron que solo fue una charla informal, ya que la defensa del acusado en el expediente planteó la posibilidad de cerrar la causa con un juicio abreviado, pero no llevó ninguna propuesta de pena que permita a las partes evaluar esa alternativa al juicio escrito.

En tanto, los amigos de la víctima preparan una nueva movilización para la semana que viene. La misma partirá desde Zeballos y Dorrego, donde Jairo fue atacado a balazos, y llegará a Tribunales para reclamar justicia y captura de los implicados que aún no fueron imputados.