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Viernes, 26 de marzo de 2010

Tango que me hiciste queer

Para bailar el tango se necesitan dos. ¿Pero quién dijo que hombre y mujer? Basta ir hoy a el Maratón de Tango Queer y bailar para creer.

 Por Andrea Majul

Algo de adictivo debe tener el compás. Están los decididamente entregados, fervientes apóstoles de la milonga, y los iniciados. Después —dicen los que saben— están los que todavía no se animaron, pero que si entran, ya están perdidos. La cadencia del primer paso les pide otro como un péndulo que al buscar el equilibrio ya no se detiene. Ahora, si a esa fascinación que tradicionalmente significa un hombre que lidera y una mujer que se deja llevar, se le quita la rigurosidad de un rol fijo, esa subversión abre un juego de posibilidades que hace del Tango Queer algo mucho más atrayente. Baile que más allá de la pista permite apropiarse de un espacio político de lúdica diversidad, ya que todas las personas, indistintamente de su sexo y género, tienen la posibilidad de intercambiar los roles del que “marca” y del que sigue.

“Es interesante ver la riqueza de fuerzas y sensibilidades que se ponen en juego y cómo en las clases se va ganando confianza hasta llegar a la sintonía con la música. Ese es el momento en que se pasa de lo técnico, lo gimnástico, a disfrutar del placer de estar bailando juntos.” Quien lo dice es César Rojas después de dar la clase abierta con la que se inauguró este lunes en Buenos Aires el primer Maratón de Tango Queer del mundo. El maratón empezó el lunes pasado en un salón del Bauen apenas iluminado donde el péndulo empezó a oscilar. Franqueando las cortinas, varias parejas de mujeres, hombres y alguna que otra mixta buscaban aprender lo necesario. Luego de dos horas de clase arrancó la milonga, y ahí los rostros empezaron a destellar las luces que el salón retaceaba. La misma pareja de alemanes que un rato antes parecía intentar descifrar la cuadratura del círculo ahora estaba entrecruzada en un abrazo que los encontraba imantados al piso y a la vez suspendidos en el aire, algo que por más que parezca físicamente imposible, en el amor y en el tango parece encontrar sus excepciones.

Si bien el concepto del baile de tango entre personas del mismo sexo se desarrolla en la Argentina desde hace años, nuestro país no es pionero en la materia, el Tango Queer –ensamble de la teoría queer y la práctica de la danza– nace en Hamburgo, Alemania. No es extraño cruzarse con bailarines y bailarinas de por allá. “Lo más curioso del maratón es que bailaremos 42 horas, 19 minutos y 50 segundos sin parar desde la noche del viernes al domingo por la tarde, en distintos lugares de la ciudad, y es la primera experiencia de este tipo que se realiza en el mundo”, destacó Mariano Garcés, director general. La noche de gala será este sábado con la actuación en vivo de María Volonté, ganadora de los premios Grammy y Carlos Gardel, madrina del evento. Es que en el baile, la música de tango adquiere otra dimensión y hasta el melancólico pesar se transforma en callada alegría, en encuentro, en pasión contenida. En un juego de miradas ciegas donde el cuerpo por fin ve.

hay actividades viernes, sabado y domingo: www.queertangomarathon.com

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