turismo

Domingo, 20 de mayo de 2007

ESPAÑA > EN LA CIUDAD DE GRANADA

Cuentos de la Alhambra

Un recorrido por el fabuloso palacio, joya indiscutida de la arquitectura árabe, que inspiró al diplomático y escritor estadounidense Washington Irving su célebre libro “Cuentos de la Alhambra”. Construido sobre una colina de Granada, cada recinto, cada detalle, cada fuente, están destinados al puro goce de los sentidos.

 Por Mariana Lafont

El mundo es grande y contiene destinos para todos los gustos. Pero aquellos viajeros interesados en las legendarias historias que realzan el encanto de ciertos lugares encontrarán en la Alhambra un objeto de tanta veneración como es la Meca para los devotos peregrinos musulmanes. Este antiguo palacio amurallado alberga infinitos tesoros, tanto por su elegante y sofisticada arquitectura como por su cúmulo de mitos y leyendas. No es casual entonces que escritores como Federico García Lorca o Jorge Luis Borges –quien escribió el poema “Alhambra”– hayan dejado su huella en este entrañable paraíso terrenal. Aunque fue el escritor y diplomático estadounidense Washington Irving quien en el siglo XIX pudo gozar del gran privilegio de pasar varios meses en esta mágica fortaleza recopilando maravillosas fábulas. El resultado de tan prolífica estadía fue su libro Cuentos de la Alhambra.

EN ALGUN LUGAR DE ANDALUCIA En las idílicas montañas andaluzas se encuentra la fascinante y siempre disputada ciudad de Granada. Los romanos la llamaron Iliberis y los musulmanes la rebautizaron Elvira. En el año 1013 Zawi ben Ziri fundó la dinastía de los ziríes y convirtió a Granada en un reino independiente. Esta dinastía gobernó hasta 1238, año en el cual Ibn al Ahmar conquistó la ciudad y fundó la dinastía nazarí, responsable de la construcción de la Alhambra, la ciudad palatina andalusí por excelencia. Los nazaríes reinaron hasta el 2 de enero de 1492, fecha en la cual el último rey nazarí, Boabdil, se rindió ante los Reyes Católicos y entregó el último reducto musulmán de la península ibérica, poniendo fin a la larga Reconquista.

Los árabes, alejados de sus raíces, supieron amar la tierra que habían conquistado y se esforzaron por embellecerla. La base de su poder fue un sistema de leyes sabias y equitativas con el que, poco a poco, constituyeron un próspero imperio que no tuvo rival entre los dominios del cristianismo.

La Alhambra está situada en lo alto de la colina de Al Sabika, en la margen izquierda del río Darro y frente a los barrios del Albaicín y de la Alcazaba. El nombre proviene de la palabra árabe “Al Hamra” que significa “la Roja”. Muchas versiones afirman que fue llamada así ya desde el inicio de su construcción porque para poder continuar los trabajos durante la noche la iluminaban con antorchas, cuya luz rojiza le daba esa tonalidad al reflejarse en los muros. Por su estratégica posición, que domina toda la ciudad y la fértil vega granadina, se cree que hubo otras construcciones antes de la llegada de los moros. Al pasar a poder cristiano la Alhambra siguió siendo patrimonio real y fue residencia de monarcas castellanos hasta principios del siglo XVIII.

VIAJE INICIATICO Cuando un viaje implica abrirse a lo desconocido y absorber lo nuevo sin poner barreras, sin dudas se trata de una clase de iniciación. Un momento a partir del cual se abre una puerta que, seguramente, no se cerrará jamás y que, por el contrario, será el disparador para abrir más puertas y explorar nuevos caminos. Algo similar le ocurrió a Washington Irving cuando pasó por la Alhambra. Y seguramente, no ha sido el único. Para muchos viajeros este encantador lugar ha representado “un antes y un después” porque una vez que se ha visto la antigua y rojiza fortaleza las cosas, simplemente, no vuelven a ser como antes. La Alhambra es uno de esos maravillosos y escasísimos lugares que permiten olvidarse del mundo y transportarse, como en una alfombra mágica, hacia otra dimensión. Pero para saborearla como se debe es imprescindible bajar la velocidad y dejarse llevar por el balsámico aroma de azahares y jazmines que aquí se respira.

A medida que se recorren los diferentes recintos del palacio se percibe que todos los detalles están dispuestos para que cada rincón sea un lugar de goce y disfrute. Por esa razón, los sentidos cumplen aquí un rol fundamental ya que todo está preparado para el máximo deleite. Pero si bien la característica sobresaliente de tan refinada obra es la delicadeza y la minuciosidad, su construcción no ha implicado debilidad ya que, de lo contrario, no habría podido sobrevivir a los temblores, las guerras y los saqueos de los que fue testigo y objeto. A lo largo de los siglos, la Alhambra ha sabido permanecer solemnemente de pie, alimentando la leyenda de la Puerta de la Justicia que dice que un mágico sortilegio la protege. La entrada principal al complejo –con el arco de herradura característico– tiene en el centro una mano y, sobre el segundo arco, una llave que eran, según el mito, el amuleto del cual dependía el destino de la Alhambra: el sortilegio duraría hasta que la mano del arco exterior bajara y alcanzara la llave, y si eso sucedía entonces la fortaleza saltaría en pedazos y quedarían al descubierto todos los tesoros ocultos por los moros.

CARICIAS EN EL OIDO “[...] Un abundante caudal de agua traído desde las montañas por viejos acueductos moriscos corre por el interior del Palacio, surtiendo sus baños y estanques, brotando en surtidores en medio de las habitaciones y jugueteando en atarjeas a lo largo del marmóreo pavimento. Solamente el que habita en los ardientes climas del sur puede apreciar las delicias de esta mansión, en que se combinan las apacibles brisas de la montaña con la frescura y verdor del valle. Mientras que la ciudad baja se siente molestada con el calor del mediodía y la seca vega hace confundirse la vista, los delicados aires de Sierra Nevada circulan en el interior de estos hermosos salones, arrastrando con ellos el aroma de los jardines que los rodean. [...]”.*

Para un pueblo como el musulmán, el agua era símbolo de lujo y prosperidad, pero también de tranquilidad (por la calma que brindaba poder contar con su abundancia). Por ello, en la Alhambra, el agua nunca se pierde de vista y, de alguna manera, los musulmanes recrearon, dentro del palacio, los oasis del desierto. Además, el agua cumplía una importantísima función religiosa ya que, según la tradición, previo a la oración estaban los baños purificadores. Prácticamente era un objeto al que se cuidaba y veneraba y quizás sería un buen ejemplo a seguir hoy en día.

La visita continúa, en medio de florales fragancias, hacia el palacio de El Generalife, que se levanta a un costado de la Alhambra. En relación con su construcción, Washington Irving cuenta la leyenda del Príncipe Ahmed al Kamel, sobre el cual pesaban trágicos presagios amorosos. “[...] Para hacer frente a los peligros augurados determinó el rey recluir al príncipe donde no pudiera ver nunca rostro de mujer alguna ni llegar a sus oídos la palabra amor. Con este objeto hizo construir un bello palacio en la colina que dominaba la Alhambra, rodeado de deliciosos jardines, pero cercado de elevadas murallas –el mismo palacio que se conoce actualmente con el nombre de El Generalife–. En este palacio encerró el monarca al joven príncipe [...]”*. Esta residencia –construida a mediados del siglo XIII–- resultaba el lugar ideal de los sultanes cuando querían encontrar descanso e intimidad en sus armónicos jardines.

Si bien todo el palacio de verano es precioso, existe un detalle que lo hace único: la escalinata de agua. Se trata, justamente, de una original escalinata dividida en tres tramos –cada uno con una fuente– que está flanqueada por canales que forman las barandillas y por donde baja el agua como un murmullo que acompaña a quien pasa por allí. Tan sofisticado e ingenioso diseño se completa con una aromática bóveda de laureles a través de la cual se filtran tenues rayos de luz. La sensación es, simplemente, indescriptible.

UNA Y MIL VECES Alguien dijo una vez “puedo ir una y mil veces a la Alhambra que la experiencia siempre será distinta”. Y realmente lo es ya que cada vez que se visita, la Alhambra parece desplegar, con un mágico encantamiento, rincones nunca vistos, como si hubieran estado ocultos. Además, cada estación del año la hace diferente. En invierno, las gélidas brisas provenientes de los plateados picos de la Sierra Nevada le dan cierto halo de misterio. Lo opuesto ocurre en primavera, cuando la vida está a flor de piel. Pero no importa cuándo uno vaya, siempre hay un antes y un después de haber estado en la Alhambra porque una pizca de magia se ha añadido irreversiblemente a nuestra existencia.

* Washington Irving, Cuentos de la Alhambra (1932).

Recintos, patios y fuentes

  • Palacio de Leones: máximo esplendor del arte nazarí y deleite para los sentidos con una armónica combinación de agua, luz y color.

  • Sala de Abencerrajes: según el mito, aquí fueron degollados los caballeros Abencerrajes por ser uno de ellos amante de la sultana.

  • Sala de las Dos Hermanas: dos grandes losas gemelas de mármol ubicadas en el piso le dan nombre a la sala que conducía a las habitaciones de la sultana y su familia.

  • Patio y fuente de los Leones: el lugar más conocido de la Alhambra. Doce leones surtidores sostienen la fuente de mármol blanco que está en el centro del patio.

  • Sala de los Reyes: Su nombre viene de los diez primeros reyes nazaríes pintados en la cúpula central.

  • Sala de los Embajadores: majestuosa sala del trono.

  • Torre de Comares: la mayor de las torres existentes y donde, se dice, se acordó la entrega de Granada a los Reyes Católicos.

  • Palacio Carlos V: enorme palacio renacentista –nunca habitado–- construido por el emperador para ser residencia real. Muchos lo consideran una “intrusión” que quiebra la armonía de la Alhambra.

  • Entradas: Imprescindible adquirirlas con anticipación: http://www.granada.org/inet/wgr.nsf/link/z912

¿Una nueva maravilla del mundo?

La Alhambra –segundo monumento más visitado de Europa– ha sido nominada como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. La fundación suiza New Seven Wonders organiza el certamen y el 7/7/07 se sabrá cuáles son las nuevas maravillas. Se puede votar en: http://www.new7wonders.com/

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Patio de la fortaleza, una de las nuevas maravillas del mundo.
 
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