turismo

Domingo, 1 de marzo de 2009

MINITURISMO EN TIGRE, PUNTA INDIO Y PIPINAS

Escapadas bonaerenses

Tres propuestas para salidas de fin de semana. Un vivero muy singular en un arroyo del Delta, un hotel de campo en Pipinas y un complejo de cabañas en Punta Indio. Buenas comidas, mucha calma, paseos en bicicleta o a caballo y piletas para seguir disfrutando del verano.

 Por Julian Varsavsky

Después de la lluvia del fin de semana pasado, el verano volvió con todo. Y la mejor manera de continuar disfrutándolo es hacerse unas escapadas hacia lugares cercanos de la gran ciudad. A continuación, un informe con tres alternativas para elegir: Tigre, Punta Indio y Pipinas.

CABAÑA Y VIVERO

Sobre el arroyo Espera del Delta –en la primera sección– existe un singular vivero con una idílica cabaña para huéspedes llamado Villa Mónica, especializado en cultivos hidropónicos. Tal como sugiere el nombre, no se plantan sobre tierra. Por el contrario, se utiliza una estructura de metal que sostiene unos tubos de plástico por donde circula agua con nutrientes a base de unos cubitos de espuma fenólica donde van las semillas. ¿Cuál es la ventaja de este sistema? Básicamente que en un área muy reducida –e incluso árida como un desierto– se pueden cultivar toda clase de vegetales. Es el caso, por ejemplo, de las frutillas de Villa Mónica, que brotan de unas columnas clavadas en el suelo donde la planta crece en una base de turba orgánica traída desde Tierra del Fuego. Esto permite plantar en 8 metros cuadrados lo que en tierra firme ocuparía un área de 42 metros cuadrados (el riego se hace por goteo con una bomba de agua).

En el vivero se producen berros, ajíes picantes, espinaca tetraginia –se come cruda–, chiles campanita, rabanitos, tomates cherrie, radichetas y cebollines. Y se preparan berenjenas en escabeche, pepinos en vinagre, aceitunas picantes, dulce de leche con nueces pecán, frutillas al whisky y once tipos de dulces. Lo ideal para probar estos productos es el “almuerzo verde” que se ofrece en el parque del vivero. Como entrada se sirve una ensalada de 450 gramos preparada con productos recién cosechados. Luego se ofrece un sandwich de chorizo de cerdo con pan casero, helado con salsa de frutillas o tarta de manzana, una copa de vino, cerveza o gaseosa.

El lugar más encantador para la mayoría de los visitantes del vivero es su parque con una cabañita sobre pilotes de madera en el centro, solitaria y con techo recubierto de paja. En sus cuatro lados la cabaña tiene grandes ventanales con vista al arroyo y al denso follaje de la isla. Y tiene capacidad para cuatro personas, equipada con vajilla completa, cocina, heladera, televisión, aire acondicionado y hasta una parrilla portátil para hacer asados debajo de la casa.

Sobre el arroyo Espera del Delta, un vivero con hospedaje y buena comida.

- La estadía en el vivero cuesta $390 para dos personas y $690 para cuatro, desde el viernes a las 21 hasta el domingo a las 19. Una simple visita guiada con un almuerzo verde cuesta $ 85 y un “té isleño”, $ 40. Sin almuerzo ni té, la visita guiada cuesta $ 15 (sólo de martes a sábado). También se brindan cursos de hidroponía hogareña. El Vivero Villa Mónica está en arroyo Espera 344 (Primera sección). Tel.: 4728-0519 www.villamonica.com.ar

HOTEL EN PIPINAS

En el sudoeste del Partido de Punta Indio, a 155 kilómetros de Buenos Aires, surgió en 1913 un pueblo llamado Pipinas, que se desarrolló alrededor de una planta cementera. Pipinas fue poblada por obreros que dependían de la fábrica y transcurrió sus días en calma hasta que en 1994 el grupo Loma Negra compró la empresa, despidió a casi todos los trabajadores, la convirtió en una calera y luego la cerró. Pero años después un joven grupo de emprendedores formaron una cooperativa llamada Pipinas Viva y recuperaron las instalaciones de recreación de la fábrica abandonada, para crear un hotel de campo.

Hoy el pueblo rural de Pipinas mantiene en sus calles la calma absoluta de siempre –casi sin autos–, y se ha reanimado con el hotel que ocupa un predio de 13 hectáreas verdes donde también hay un camping equipado con luz eléctrica y duchas de agua caliente, una pileta preolímpica, canchas de fútbol y bochas.

Los quince socios de la cooperativa –que van en camino de ser más– no dejan nada librado al azar. Entre ellos hay licenciados en economía, comunicadores sociales, técnicos en decoración, cocineros, profesores de educación física y especialistas en turismo. Todos hacen una apuesta grande aspirando a que Pipinas sea –a través de su hotel– un centro de descanso y recreación, con la posibilidad de salir a andar en bicicleta o a caballo y visitar viejas canteras llenas de agua habitadas por cisnes de cuello negro. Y por sobre todo, que sirva de base para recorrer la Bahía de Samborombón y el Parque Costero del Sur.

- El alojamiento en el Pipinas Hotel cuesta $ 95 para dos personas y $ 130 la triple con desayuno. Además hay una promoción de fin de semana que cuesta $180 para dos personas e incluye dos días y una noche con pensión completa. También hay dos habitaciones familiares para una pareja con tres chicos, que cuesta $ 200 por día. Reservas a los teléfonos 02221- 492-144 /209. www.pipinas.com

CABAÑITAS EN EL BOSQUE

En la zona costera del Río de la Plata conocida como Punta Indio, existe un complejo de cabañas llamado La Betty que se construyó en medio de un bosque donde confluyen las especies vegetales y animales de la llanura pampeana con las de la desembocadura del Río de la Plata. De hecho, las cabañas están casi invadidas por la vegetación autóctona del parque, arbolado con manzanos, caquis, nogales, paltas, limoneros y guindos, desperdigados en un área de tres hectáreas. A su sombra se levantan tres cabañas, dos habitaciones, una pileta y un pequeño spa con gimnasio, sauna y un hidromasaje, donde uno puede recostarse en un jacuzzi burbujeante, y observar tras un ventanal a las ovejas del complejo pastando por el parque.

Las cabañas tienen capacidad para seis personas y están equipadas con heladera, DirecTV, cocina, una galería al aire libre y una parrilla individual. En verano todos aprovechan para ir a la playa El Pericón de Punta Indio –a 1,5 kilómetro del lugar– y también se realizan caminatas y salidas en bicicleta por el parque.

En el complejo La Betty, un burbujeante baño en el jacuzzi del pequeño spa.

- En La Betty una habitación suite doble cuesta $ 160 los días de semana con desayuno y una cabaña quíntuple cuesta $ 195. El programa “week-end spa” incluye habitación suite, pensión completa con comidas artesanales realizadas con productos de la huerta orgánica, acceso al sauna y al jacuzzi, un circuito de gimnasia con step y aerobox y salidas a pie, en bicicleta y a caballo para realizar avistaje de flora y fauna. El precio es de $ 490 por persona, ingresando el viernes hasta el domingo a la noche. Reservas al teléfono 02221-490285/490401 www.labetty.com

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