19:50 › JUICIO POR LA REPRESIóN EN EL PRIMER CUERPO DEL EJéRCITO

Dos sobrevivientes de la Mansión Seré acusaron a la Fuerza Aérea

Dos sobrevivientes del centro clandestino de detención de la dictadura "Mansión Seré" comprometieron hoy a la Fuerza Aérea en la dirección y funcionamiento de ese campo de torturas y muertes que existió en la localidad bonaerense de Castelar, partido de Morón.

"El jefe de la patota se hacía llamar 'Hugo' o 'Huguito'. El nos interrogaba en las torturas y se jactaba de ser oficial de contrainteligencia de la Fuerza Aérea y de haberse infiltrado en los Montoneros", declaró el testigo y querellante Conon Saverio Cinquemani, que en 1977 estuvo secuestrado 67 días.

También el testigo y querellante Américo Oscar Abrigo, que en 1978 pasó 78 días secuestrado en "Mansión Seré", dijo que "la comida que nos daban venía de la base aérea de Morón" y precisó que "los platos en que comían los guardias tenían el escudo de Fuerza Aérea Argentina y un borde de color azul".

Ambos abrieron esta mañana la etapa de prueba testimonial en el juicio que el Tribunal Oral Federal 5 lleva contra los brigadieres retirados Hipólito Rafael Mariani (82) y César Miguel Comes (82), ex jefes de las bases aéreas de El Palomar y Morón, en cuya jurisdicción funcionó el centro "Mansión Seré" o "Atila".

En este proceso también está siendo enjuiciado el coronel retirado Alberto Pedro Barda (80), ex jefe del Grupo de Defensa Antiaérea de Mar del Plata, del cual dependía el campo de concentración "La Cueva".

Mariano y Comes llegaron a esta instancia del proceso disfrutando de la excarcelación, a la cual se ha opuesto la parte querellante representada por el colectivo humanitario "Justicia Ya" pero no tuvo objeciones de parte del fiscal Félix Crous, mientras que Barda cumple prisión preventiva domiciliaria.

Al inaugurar la ronda de testimonios, Cinquemani relató que "la Fuerza Aérea tuvo una clara participación en el genocidio" y en concreto sobre "Mansión Seré" puso de ejemplo, entre otros, que "la comida que nos daban era de tropa" y "los guardias eran suboficiales aeronáuticos, la mayoría cordobeses".

El testigo estimó que lo secuestraron "porque yo fui uno de los fundadores de la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP) en la Asociación Argentina de Actores", pero sostuvo que "para cuando yo caí ya casi no quedaban casi dirigentes del gremio porque ya habían secuestrado y hecho desaparecer a nuestros compañeros Armando Prieto, Diego Botto y Polo Cortés".

Cinquemani confió haber sufrido torturas mediante picana eléctrica aplicada "en las encías, los genitales y la cabeza" y Abrigo, por su parte, narró que "me torturaron aplicándome picana eléctrica y luego me llevaron a un habitación desde la que oía los gritos de mi esposa cuando la torturaban".

A este juicio, primero en que altos oficiales de la Fuerza Aérea se sientan en el banquillo de los acusados por crímenes de lesa humanidad, Mariani (82) y Comes (82), llegan acusados como autores mediatos de siete casos de aplicación de tormentos en "Mansión Seré".

En tanto que Barda se encuentra procesado como autor mediato de los homicidios en Mar del Plata de la estudiante platense Ana Lia Magliaro y el abogado neuquino Jorge Candeloro, ambos torturados y asesinados en la base aérea de Mar del Plata.

La joven, de 28 años, fue secuestrada el 19 de mayo de 1976 en su casa de La Plata junto a su compañera Graciela De la Torre y, tras pasar por la comisaría 34 y "El Vesubio", fue trasladada a "La Cueva", donde un sobreviviente dijo haber visto una foto de la chica cuando ya estaba secuestrada, "disfrazada de guerrillera, con un chaleco verde, boina y un fusil".

La mujer fue asesinada el 22 de setiembre del 76; su cadáver mostraba cinco orificios de bala, torturas por picana eléctrica y marcas por estar maniatada, pero en su momento las fuerzas conjuntas dieron un comunicado en el que decía que murió en un enfrentamiento armado.

Al abogado Jorge Candeloro, víctima de la llamada "Noche de las Corbatas", lo secuestraron en Neuquén el 13 de junio de 1977 junto a su esposa Marta Haydee García, los llevaron en avión hasta Mar del Plata y los depositaron en la base donde funcionaba "La Cueva".

La esposa, que logró sobrevivir, contó que ambos fueron sometidos a torturas, pero que ella misma escuchó la última sesión de tormentos a su marido, cuando agonizaba en las manos de sus homicidas el 28 de junio de 1977, día de la muerte.

Este juicio es uno de los desprendimientos de la llamada "megacausa" Primer Cuerpo de Ejército, que tramita el juez federal Daniel Rafecas y en la cual se investigan los crímenes cometidos en esa poderosa jurisdicción castrense durante la última dictadura militar.

La "Mansión Seré" es un caso embemático de la represión ilegal porque de allí lograron fugarse, esposados y desnudos, en plena noche del 24 de marzo de 1978 y bajo la lluvia, los prisioneros Claudio Tamburrini, Daniel Russomano, Guillermo Fernández y Carlos García, por lo que años atrás se filmó un largometraje con Pablo Echarri, entre otros intérpretes.

Pocos días después de la fuga, parte de los detenidos que quedaron en la Mansión fueron llevados a otras dependencias o liberados y luego, la propiedad fue incendiada y, más tarde, dinamitada para borrar los restos del horror y las pruebas del plan de exterminio.

La Municipalidad de Morón, cuyo titular es Martín Sabbatella, convirtió el predio en que funcionó la "Mansión Seré" en el polideportivo "Gorki Grana", donde funciona la "Casa de la Memoria y la Vida".

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