Hong Kong y la ex colonia portuguesa Macao, se rigen bajo dos regímenes especiales, que en el caso de la excolonia británica consiste en el modelo administrativo conocido como "un país, dos sistemas", cuyo ideólogo fue Deng Xiaoping (líder chino entre 1978 y 1997), y que consiste en el mantenimiento de un sistema económico capitalista bajo la soberanía de un país de ideología comunista. Además del sistema económico, Hong Kong mantiene un sistema administrativo y judicial independiente del resto de China, e incluso su propio sistema de aduanas y fronteras externas.

Hong Kong canaliza la inversión exterior de la mayor parte de los cuatro billones de dólares en reservas chinos y atrae a inversores de todo el mundo, gracias a la libre circulación de capitales y a su capacidad para operar en yuanes, la divisa china, que no es convertible.

El territorio, arrebatado por Reino Unido a China en el año 1842 tras la Guerra del Opio, fue devuelto en 1997 por Londres a Beijing, que de inmediato designó al magnate shangaiano Tung Chee-Hwa para gobernarlo después de la toma de posesión. La devolución del territorio, tras más de 150 años de control británico, marcó una relación en ocasiones tirante entre Beijing y Hong Kong, que tuvo una de sus máximas expresiones en 2003, cuando más de medio millón de personas marcharon durante una visita del entonces primer ministro Wen Jiabao y obligaron a archivar una propuesta de ley antisubversiva, impulsada por Tung un año antes.

En julio de 2004 alrededor de 200 mil personas conmemoraron el séptimo aniversario del traspaso y protestaron por la decisión china de limitar la elección del próximo jefe del Ejecutivo por sufragio universal. El mismo año, el Reino Unido acusó a China de interferir en el proceso de reforma constitucional de Hong Kong, y de no respetar las garantías de autogobierno acordadas antes de la entrega.

En septiembre, los partidos pro-Beijing conservaron su mayoría en las elecciones del Consejo Legislativo, consideradas un referéndum sobre las aspiraciones de Hong Kong para una mayor democracia, pero grupos de Derechos Humanos acusaron a China de crear un "clima de miedo", con el objetivo de influir en el resultado.

En 2005 Tung dimitió y fue sucedido por Donald Tsang, con apoyo de Beijing y ese año, Hong Kong fue la única región china en la que se conmemoró los 16 años de las protestas de Tiananmen (1989), como anticipo de lo que ocurriría en la región en los años siguientes.

En 2006 decenas de miles de personas regresaron a las calles en reclamo de reformas democráticas y el año siguiente, Donald Tsang ganó las elecciones y repitió el mandato, mientras las autoridades chinas informaron que permitirán a Hong Kong elegir gobernador en 2017, en consonancia con una serie de ofrecimientos y reformas que la oposición considera insuficientes. En 2012 Leung Chun-ying relevó a Donald Tsang, acosado por sus nexos sospechosos con grandes empresarios.

En junio de 2014, el 90 por ciento de los 800.000 participantes en un referéndum considerado ilegal por las autoridades chinas, reclamaron su derecho a decidir los candidatos para las futuras elecciones del presidente Ejecutivo, pero Beijing rechazó la consulta, y en julio se produjo la mayor manifestación pro democracia en una década

En septiembre estalló una nueva ola de protestas, que la prensa occidental denominó como "Primavera Asiática" y "La revolución de los paraguas", organizadas por el movimiento Occupy Central with Love and Peace y el grupo estudiantil Scholarism, que tomaron las principales calles de Hong Kong en demanda de la retirada de la reforma electoral del Congreso Nacional del Pueblo, que en las elecciones de 2017 sólo permite votar entre 2 o 3 candidatos seleccionados por Beijing.