Tras 26 días sin participaciones en actos, Cristina cerró en el Hotel Sheraton la 62° Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción y afirmó que "la infraestructura social y económica debe ser una política de Estado". "Falta mucho, pero para eso se necesita mucha sustentabilidad, perseverancia y continuidad en un proyecto, no se puede andar cambiando porque así nos ha ido a los argentinos", dijo la jefa de Estado.

CFK sostuvo que el próximo gobierno tiene que continuar "con las obras" proyectadas, sin importar el signo político al que pertenezca, y pidió que "no exista más un elefante blanco", en referencia al edificio ubicado en el barrio porteño de Villa Lugano que el presidente Perón proyectó como el hospital más grande de Latinoamérica y sus obras fueron suspendidas por el golpe de estado de 1955.

La mandataria remarcó que "todos están de acuerdo en que es muy importante la infraestructura, el problema es el financiamiento". “Yo vengo como presidenta y no a buscar votos. Tengo que decirles con qué recursos (se financia el Estado); con lo que recaudamos de impuestos”, expresó. Añadió que “la política debe ser un lugar de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace”.

Por otro lado, Cristina destacó el nivel de desendeudamiento alcanzado por la Argentina y afirmó que “si vamos por más endeudamiento es para hacer obras y más cosas, no para que se lo lleven los bancos”. Volvió a llamar a “que el sistema financiero recupere el rol de motor de la economía” y se refirió al conflicto con los fondos buitres. “A esta Presidenta ningún buitre financiero ni un carancho judicial la va a extorsionar en contra de los intereses de todos los argentinos”, aseguró para luego reiterar que “es muy importante ponerse de acuerdo con todos los acreedores, pero de forma legal, legítima y justa para todos, sin extorsiones y sin chantajes”.