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Cuentan las virtudes de los muy petisos
historias de Gulliver y Blancanieves
pero no te explican cómo juega Tevez
ni el gol que la Pulga al Getafe le hizo.
Al pibe Saviola la fortuna quiso
hacerlo chiquito y romperla de nueve.
Sumemos enanos, que el Coco lo lleve.
Diego no era alto: seis palmos del piso.
El cuarto enanito es Agüero, el Kun,
que juega de abajo para que se note
que sabe, y no tira la bola al tuntún.
No necesitamos de ningún grandote
y aunque dos nos falten para siete aún,
el Dwarf Team te espera, Diego Buonanotte.
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