De la escena local los espectáculos seleccionados son veinte, dirigidos tanto por jóvenes realizadores como por directores consagrados. Entre ellos figura De mal en peor, con dirección de Ricardo Bartis; Afuera, de Gustavo Tarrío; Amores metafísicos, de Marcelo Subiotto; Foz, de Alejandro Catalán; Divagaciones, de Inés Saavedra, sobra la obra de Silvina Ocampo; Variaciones Meyerhold, con Eduardo Pavlovsky; La estupidez, de Rafael Spregelburd, y La Señora Macbeth, de Griselda Gambaro, con dirección de Pompeyo Audivert. El nuevo segmento del festival –Proyecto Cruces– es una apuesta, según explicaron los organizadores del FIBA, a la creatividad de los artistas locales. Se trata de cuatro propuestas multidisciplinarias: Antiaéreos, del artista plástico Gabriel Valansi, consistirá en el emplazamiento a diferentes alturas de 18 dirigibles antiaéreos sobre Plaza de Mayo; La marea, del director Mariano Pensotti, ofrecerá intervenciones actorales en nueve espacios públicos de la ciudad; Pizzurno Pixelado, de la coreógrafa Margarita Bali, consistirá en la proyección sonorizada de imágenes digitales, gráficas y de video sobre la fachada del Palacio Pizzurno. Finalmente, Tertulia, de Nicolás Varchausky y Eduardo Molinari, propondrá un recorrido nocturno por el Cementerio de la Recoleta, una intervención sonora y visual que “articula y organiza las posibles relaciones entre memoria individual y colectiva”.