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La policía jujeña no dio garantías de poder brindar seguridad en el partido entre Gimnasia y Lanús, ya que gran parte está abocada a las protestas estatales que se producen en el centro de la ciudad y decidieron postergar el encuentro. “Analizamos qué hacer con la gente de Lanús y nos sorprendimos por su buena predisposición. Decidimos suspenderlo porque la policía no estaba en condiciones de ofrecer seguridad. Y esto no deja de ser un partido de fútbol”, afirmó el presidente de Gimnasia, Raúl Ulloa.
La policía jujeña adujo que no estaba en condiciones de garantizar la seguridad debido a que muchos de sus efectivos están afectados a la custodia de los trabajadores estatales de la provincia que acampan desde hace cuatro días frente a la Casa de Gobierno, en demanda de un aumento salarial. También debían controlar la ocupación de la sede del Poder Ejecutivo local por parte de los dirigentes sindicales del Frente Estatal.
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