El técnico de Atenas, Rubén Magnano, consideró que la serie por la final de la Liga Nacional de Básquetbol frente a Peñarol, que se adjudicó el domingo el equipo cordobés por 4 a 2, bien pudo haberla ganado su rival. “Tuvimos un durísimo rival, nuestro gran paso fue, después de perder en casa, ganar un juego en Mar del Plata y fue ahí que nos reforzamos nuevamente. Igual, la serie podría haber quedado para cualquiera de los dos”, enfatizó Magnano, quien se mostró sorprendido por la diferencia en el marcador en el último encuentro de la serie 91-83. “Hay una cantidad de elementos que han hecho de esta etapa una gran final: el comportamiento de la gente, la cantidad de espectadores y el trabajo inteligente de la dirigencia, porque sin esa pata es muy difícil salir campeón”, puntualizó el ex DT del seleccionado medalla de oro en Atenas 2004.
Como contrapartida de Rubén Magnano, el técnico de Peñarol de Mar del Plata, Sergio Hernández, destacó las virtudes que llevaron a Atenas a consagrarse nuevamente campeón de la LNB. “Atenas ganó de punta a punta, el arrebato nuestro del final fue una cuestión de orgullo, que habla bien de los jugadores de Peñarol, pero nada más. Tuvimos que abandonar nuestra idea original y fuimos dominados durante 40 minutos”, señaló el también seleccionador del equipo nacional. “Estoy feliz por haber sido parte de una final histórica, con dos estadios bellísimos y dirigencias que apuntan a cosas importantes, y con un rival de una jerarquía tremenda”, agregó. “Rubén Magnano tuvo una vuelta a la Argentina como se merece, con nada menos que un título. Estoy orgulloso de haber jugado esta final, aunque mejor hubiera sido que nosotros pusiéramos la frutilla del postre”, completó.
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