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El vicepresidente de Belgrano, Abraham Rufail, dijo ayer que los futbolistas del conjunto cordobés “tenían miedo de ir a entrenar porque no querían dejar solas a sus familias”, a raíz de la escalada de violencia que engendró el acuartelamiento de la policía local. “Los jugadores me llamaron a primera hora de la mañana para manifestarme que tenían miedo de ir a entrenar, ya que no querían dejar solas a sus familias. Es que la ciudad está devastada. Lo que pasó en estas horas marcará un antes y un después para la sociedad cordobesa”, resaltó Rufail. “El partido que debemos jugar ante All Boys está garantizado, porque las cosas se están empezando a encaminar, pero la verdad que resulta ridículo pensar en un encuentro de fútbol con todo lo que está sucediendo”, dijo.
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