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Si Argentina le gana a Holanda, algunos van a decir que, bueno, después de todo los naranjas resultaron ser un limoncito, y otros dirán que no los dejamos jugar y los exprimimos.

Y algunos van a decir que Sabella es un extraordinario estratega porque puso el equipo que había que poner y siempre tuvo las cosas muy claras, y otros van a sugerir que menos mal metió mano Grondona para arreglar todo el lío para que Sabella pusiera a los que había que poner.

Y muchos van a decir que Messi demostró el corazón que tiene porque se estuvo cuidando toda la temporada para hacer un gran Mundial.

Y que los muchachos juegan por la camiseta y son geniales.

Y que quedó demostrado que Tevez no tenía lugar en este equipo.

Y que el apoyo de la gente, que hizo el esfuerzo para estar en los partidos, fue fundamental, porque los muchachos no se sintieron solos.

Y que Romero es Gardel.

Y que ahora, más juntos que nunca, a esperar la final.

Pero si Argentina pierde con Holanda, algunos van a decir que, bueno, fue lindo mientras duró, pero quedó en evidencia que cuando nos enfrentáramos con un equipo en serio se acababa la mentira, el invicto y el Mundial, y que suerte que no nos toca jugar contra Alemania; y otros dirán que no hay que olvidar que jugamos siete partidos y que estamos entre los cuatro mejores del mundo.

Y que Sabella demostró que no tiene personalidad ni carácter y que nunca tuvo claro qué equipo había que poner, ni de qué manera había que jugar, y otros dirán que después de todo llegamos a estar entre los mejores por Sabella.

Y muchos van a decir que Messi jugó bien en la primera fase, pero cuando había que poner en serio, desapareció.

Y que a estos muchachos lo único que los mueve es la guita y les importa tres carajos la camiseta, el honor, el orgullo y todo eso.

Y quedó demostrado que faltó Tevez, porque con él todo hubiera sido muy distinto.

Y que Romero no tiene manos.

Y que todos esos giles que viajaron y se gastaron un montón de guita se tuvieron que volver amargados.

Y que ahora hay que esperar cuatro años, la puta madre...

Qué van a decir los diarios de mañana

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