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Deportes|Sábado, 12 de julio de 2014
MARCOS ROJO, EL DEFENSOR QUE SORPRENDIO A TODOS

“El que menos se equivoque va a ganar”

El jugador del Sporting Lisboa de Portugal, que viene cumpliendo un buen papel como lateral izquierdo en la Selección, anticipa cómo imagina la final frente a Alemania y valora lo hecho por el equipo frente a Holanda en las semifinales.

Por Adrián De Benedictis
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Desde Belo Horizonte

Cuando Marcos Rojo estaba naciendo, en marzo de 1990, la Selección Argentina de fútbol estaba ultimando los detalles para defender el título ganado cuatro años antes y se preparaba para afrontar el Mundial de Italia. La edad del lateral izquierdo es la misma que transcurrió para que el equipo vuelva a jugar un partido decisivo en una Copa. El agregado es que ahora él será uno de los protagonistas que asumirá el desafío de mañana. “Todavía no caímos dónde estamos. Nuestras familias nos cuentan cómo se está viviendo todo allá”, le explica a Página/12. Allá es en Argentina, pero principalmente en La Plata, su lugar de origen y donde su familia está expectante por lo que pueda hacer Rojo en el estadio Maracaná.

“Vamos a tener que estar muy atentos frente a Alemania, el que menos se equivoque va a ganar”, remarca el actual jugador del Sporting Lisboa de Portugal, que luego de surgir en Estudiantes tuvo un paso por el Spartak de Moscú.

Al defensor le cuesta mucho creer lo que ha conseguido el equipo hasta el momento, y por eso prefiere mantener el mismo perfil que lo depositó en este lugar. “Debemos seguir igual, tranquilos, sin desesperarnos. Aunque la ansiedad es muy grande, hay que tratar de no equivocar el camino”, aclara. Y cuando habla de virtudes, no menciona una en particular, sino la tarea colectiva de todos: “Creo que acá lo que se tiene que destacar es el equipo. Un jugador solo no puede hacer nada, esto es consecuencia de un gran grupo humano”.

Para llegar a estar en el lugar en que se encuentra, mucho tuvo que ver el sistema defensivo del equipo, del cual es una parte importante. Y Rojo lo explica así: “Estamos mejor en defensa porque el tema de la concentración es clave. Sabella trabajó mucho en ese aspecto, y esperamos que mañana podamos seguir de la misma manera. Es el último paso que nos falta para el gran objetivo que nos propusimos todos, estamos cerca de lograr algo muy grande”.

La sensación que quedó del partido ante Holanda fue que si Argentina se decidía un poco más en ir hacia adelante tenía más chances de ganar sin la necesidad de recurrir a los penales. “Puede ser –relata Rojo– que si arriesgábamos un poco más lo ganábamos, pero todos estábamos cansados y nos costó más atacar en los últimos minutos.”

Cuando fue consultado sobre la chance de que tenga que seguir a un jugador en particular durante la final, luego de la contundencia que mostró Alemania el martes pasado, Rojo indicó: “No creo que nos dediquemos a seguir a alguien en particular, no nos manejamos en ningún partido así, entonces me parece que eso debemos mantenerlo. Contra Holanda, tampoco me dieron recomendaciones especiales sobre (Arjen) Robben. Uno sabía que él se cerraba hacia adentro, y había que estar atento para que no lo hiciera”.

Para él, esa semifinal ante los holandeses fue “un partido muy táctico. Ellos se cuidaron mucho y nosotros fuimos correctos atrás, para aprovechar los contraataques con velocidad. Por eso creo que no salió un lindo partido”.

En relación a si la final puede resultar de la misma manera, Rojo señaló que “los partidos son todos distintos, pero se puede dar que haya esquemas similares. En este caso es una final, es diferente, los dos vamos a buscar ganar”.

El triunfo, algo que no ocurrió finalmente allá en el ’90, cuando Rojo estaba por cumplir cuatro meses de vida. Por ese motivo, tiene razones valederas ahora para que el descenlace sea diferente.

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