River estará de regreso hoy en Buenos Aires, luego de su participación en el Mundial de Clubes de Japón y tras un largo viaje que incluyó una escala en Houston, Estados Unidos. Además del triunfo 1-0 ante el Sanfrecce Hiroshima y la derrota 3-0 ante Barcelona, el equipo de Núñez subió al avión en el aeropuerto de Narita valijas cargadas de planes e interrogantes de cara al año próximo.
Más allá de quedarse sin la “frutilla del postre”, como definió su técnico Marcelo Gallardo al efecto de la derrota en la final en el Yokohama Stadium, llegó la hora del rearmado del plantel, algo que impone la partida de otras dos piezas fundamentales del andamiaje con el que River hizo una espectacular cosecha de títulos internacional: Recopa, Supercopa, Libertadores y Suruga. Las salidas de Matías Kranevitter y de Carlos Sánchez se suman a las anteriores de Ariel Rojas, Ramiro Funes Mori, Teófilo Gutiérrez, Germán Pezzella y Fernando Cavenaghi. A partir de esta realidad es que el Muñeco habló del “final de un ciclo hermosísimo”. Esa etapa se veía venir, además, porque el rendimiento de los dirigidos por Gallardo se alejó en este segundo semestre a distancias siderales de lo exhibido al comienzo de 2015 y en el último tramo del año pasado. Gallardo lo reconoció. “Me hubiera gustado llegar en nuestro mejor momento futbolístico, pero no pudo ser”, confesó el entrenador, quien prometió: “Tenemos que renovarnos en todo sentido, quizá cambiar el sistema, ver qué jugadores tenemos para formar un equipo que siga siendo competitivo y nos dé la posibilidad de reformarnos. Viene un desafío para mí y para el club”.
Obviamente, la nueva etapa aún está en ciernes, por eso Gallardo no habló de nombres. “Recién ahora empezamos a conversar sobre lo que va a venir en el 2016. Tenemos que volver a conformar una estructura de trabajo con algunos futbolistas que van a ser importantes que hemos traído y van a ocupar un lugar. Se fueron Carlos Sánchez y Matías Kranevitter y hay otros que también pueden dejar el club. Pero es muy prematuro hablar sobre eso.”
De todos modos, para defender la Copa Libertadores y afrontar el torneo local es imprescindible hablar de refuerzos, en busca de los cuales ya se han empezado a mover en Núñez. Y lo primero que ha conseguido Gallardo es el regreso de Nicolás Domingo, un jugador formado en sus categorías inferiores que tuvo un paso destacado por Banfield. Para el mediocampo también interesa el volante central de Tigre, Joaquín Arzura.
Otros puestos a reforzar serían las de marcador central, volante creativo y delantero, incorporaciones que Gallardo pretende queden cerradas antes del 10 de enero, cuando el plantel pondrá punto final a las vacaciones que empieza el día de hoy y parta hacia Punta del Este, donde realizará la parte más fuerte de la pretemporada en el complejo Solanas, al igual que este año, hasta el 22 del primer mes del año.
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