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Brasil no tuvo el comienzo que su público deseaba en el torneo masculino de los Juegos Olímpicos al empatar 0-0 ayer con Sudáfrica, en un partido correspondiente al Grupo A, disputado en Brasilia. Más temprano, en el mismo estadio, Dinamarca e Irán también igualaron sin abrir el marcador.
Cuando se esperaba que Brasil saliera a llevarse por delante a los africanos, fueron éstos los primeros en pisar el área rival aprovechando un error de entrega de Marquinhos en la mitad de la cancha que generó un lindo contraataque que terminó con una mala definición de Mothiba.
El susto en el arco defendido por Weverton trajo el recuerdo de la fatídica eliminación en el Mundial-2014, porque no habían pasado más de cinco minutos cuando la selección anfitriona le abría la puerta al gol a los sudafricanos.
Poco a poco y a partir de los gritos de Neymar, Brasil se fue ordenando y tomó el control del juego, ante un rival muy aplicado en defensa, pero atento a sacar rédito de cualquier equivocación de la verdeamarela.
No cambió el desarrollo en el complemento, con un Brasil que controló la pelota, aunque careció de creatividad y cambio de ritmo para sorprender a Sudáfrica. Ni siquiera la levantada de Neymar alcanzó. El jugador del Barcelona lideró casi todas las acciones ofensivas de su equipo. Sin embargo, la mala puntería de los delanteros y la destacada labor del arquero Khune hicieron que el encuentro se cerrara con el marcador en blanco. La segunda fecha de esta zona se jugará el sábado, con los partidos entre Dinamarca y Sudáfrica y Brasil ante Irak.
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