En su debut en la Libertadores, el equipo de Avellaneda jugó muy bien y venció con tantos de Giménez, Ríos y dos de Losada.
Manso encabeza la montaña del festejo del segundo gol rojo.
Independiente se reencontró a sí mismo. Después de nueve años de ausencia, el equipo de Avellaneda se volvió a juntar con una vieja conocida, la Copa Libertadores. Pero lo más importante es que ante 30 mil hinchas se reencontró con su fútbol. Con una producción muy diferente de lo que venía mostrando en los últimos tiempos, el conjunto de José Omar Pastoriza derrotó 4-2 al Cienciano, último campeón de la Copa Sudamericana, y debutó con buen pie en el Grupo 5. Cristian Giménez, Lionel Ríos y Hernán Losada, en dos ocasiones, convirtieron los goles locales, en tanto que Acasiete y Saraz descontaron para los peruanos.
Con mucha actitud, Independiente salió decidido a llevarse por delante al Cienciano. A partir de un esquema ambicioso, con Zurita de marcador lateral, Ríos como volante por derecha y la dupla Manso-Losada para la creación, el conjunto de Avellaneda no tardó en imponer su mejor juego. Exhibió una dinámica y una velocidad muy diferente de lo que había mostrado a lo largo del verano, frente a un adversario que opuso muy poca resistencia. Además, la situación se potenció a partir de los 17 minutos, cuando Giménez anotó el primer gol del encuentro. El chaqueño recibió una gran habilitación de Losada, paró la pelota en el medio del área y alcanzó a tocar pese a la presencia de dos defensores.
La ventaja terminó de tranquilizar a los de Pastoriza. Lo que en principio era vértigo, se transformó en velocidad para tocar e ir a buscar, para mostrarse y para tomar confianza para encarar. De esa manera, Independiente consiguió una producción muy diferente de la imagen que había acostumbrado a sus hinchas en los últimos tiempos. Además, a todo ello le entregó el valor agregado que significó la gran tarea de Manso. A partir de lo que generó su número diez, el conjunto local impuso su fútbol para justificar una victoria muy clara. Para completar una labor muy convincente, el ex Newell’s armó una jugada bárbara por izquierda antes de servirle el gol a Ríos, que sólo tuvo que empujar la pelota a la red.
Con dos goles de desventaja y un hombre menos, lo del Cienciano se limitó a protegerse para evitar una goleada. Así llegó al tercero luego de una corajeada del uruguayo García, que le robó la pelota a Lugo y habilitó a Losada para que definiera. Ahí se acabó el partido, más allá de que, a partir de la relajación de Independiente, Cienciano se arrimó en el marcador. A esa altura los tantos de Acasiete, Losada y Saraz sólo sirvieron para decorar el resultado de una noche de reencuentro.