Los de Avellaneda reaccionaron tarde, pero tuvieron varias chances para empatarlo; el arquero granate, figura, les tapó todas.
Rodrigo Díaz lleva la pelota. Lo marca Lucas Biglia.
La primera situación de peligro fue para el equipo de Menotti y llegó a los diez minutos, tras un centro de Lucas Pusineri que Turu Flores buscó colocar con la cabeza sobre el segundo palo de arco de Carlos Bossio. Los de Néstor Gorosito devolvieron el susto en la réplica, cuando Román Díaz llegó con pelota dominada hasta la puerta del área y sacó un buen derechazo que pasó muy cerca del primer palo de Navarro Montoya.
La visita tuvo otra gran chance con un violento disparo de Cristian Fabbiani, quien recibió libre una habilitación de Mauricio Romero, en un desborde de lateral por la derecha, pero el remate cruzado se le fue desviado, cerca del palo izquierdo.
Otra vez iba a estar cerca del gol Flores, con un buen cabezazo luego de un centro de Cangele, que minutos atrás había desperdiciado un lindo remate, pero Bossio mostró sus buenos reflejos y consiguió desviar. Poco a poco, Independiente fue arrinconando a Lanús sobre su campo, no tanto por su juego como por su insistencia en centros repetidos que, ocasionalmente, complicaban a la defensa granate.
Gorosito pidió a los suyos que salieran y que presionaran más en la zona media. Los gritos del ex entrenador de San Lorenzo sirvieron. Enseguida Lanús consiguió dos llegadas claras al arco de Navarro Montoya. En la primera, Román Díaz remató afuera; en la segunda, volvió a ganarle las espaldas a Jorge Martínez –Independiente evidenciaba serias fallas defensivas–, y terminó definiendo con un zurdazo cruzado para el 1-0. Después, Romero pudo ampliar con un cabezazo que pasó cerca, tras un centro de Rodrigo Díaz en jugada de pelota parada.
De Independiente, poco y nada. Tras el gol de Lanús, había perdido el rumbo y, mal herido, parecía necesitar irse rápido al vestuario. Antes, Lanús iba a tener otra chance: un lindo remate de Rodrigo Díaz desde afuera, que Montoya consiguió controlar en dos tiempos.
En la reanudación, los locales salieron con más confianza y entonces sí fueron claros dominadores, generando varias situaciones de gol. Un zurdazo de Cangele, que se le fue apenas arriba; un mano a mano de Frutos, que terminó perdiendo con Bossio; los locales reclamaron un penal inexistente. Varios minutos más tarde, Pusineri sacó un buen cabezazo, pero atajó Bossio, que ya se había convertido en figura. Frutos, también de cabeza, iba a poner su remate contra el palo derecho del arquero, y Biglia, que fue clave en la levantada de su equipo, iba a desperdiciar otra. También se le iba a negar a Flores un tiro libre que pasó muy cerca del ángulo izquierdo del arco granate. Lanús especuló con liquidarlo de contraataque y terminó implorando para que Baldassi lo terminara rápido.