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Deportes|Miércoles, 8 de septiembre de 2010
El tremendo poder de fuego de los delanteros argentinos

Cuatro goles en ocho llegadas

En media hora la Selección ganaba 3-0, con goles de Messi, Higuaín y Tevez. Agüero completó la cuenta sobre el cierre. Los cuatro estuvieron en Sudáfrica, pero esta vez integraron un equipo mucho más balanceado. D’Alessandro se contagió.

Por Adrián De Benedictis
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Higuaín elude a Pepe Reina y va a convertir desde ángulo muy cerrado.

Los goles que le faltaron a Argentina en la derrota ante Alemania en el Mundial, la Selección los encontró ayer nada menos que ante España, el flamante campeón del mundo. El desequilibrio del equipo se centró en sus tres hombres de ataque: Lionel Messi, Carlos Tevez y Gonzalo Higuaín. A partir de ellos se consiguió una victoria con contundencia. Precisamente, cada uno de estos jugadores convirtió un gol, lo que hizo que el conjunto nacional pasara a ganar 3-0 a los 33 minutos del primer tiempo.

Messi parece sentirse más cómodo en este esquema diseñado por Sergio Batista. La estrella del Barcelona se mueve con otra soltura, mucho más cerca del área rival, y suele comenzar sus acciones sobre el sector derecho, de la misma manera que lo hace en Barcelona. Una de sus habituales acciones la empezó en esa posición, y luego de dejar a cuatro rivales en el camino, habilitó a Di María, pero éste convirtió en posición adelantada. Sin duda fue la jugada más impactante de Messi.

El rosarino marcó su tanto con una definición exquisita: desbordó por la izquierda y cuando enfrentó a Reina levantó la pelota por arriba del arquero para que ingresara cerca del palo. Cuatro minutos antes de esa jugada, Messi asistió con precisión a Tevez en la primera opción clara para el local. Cuando dejó la cancha a los 44 minutos del segundo tiempo, el estadio de River lo despidió con una gran ovación. A partir de ayer parece iniciarse un nuevo idilio con el público.

Tevez también tuvo un rendimiento a tono. El ex Boca pudo sobrellevar un golpe fuerte de Xabi Alonso apenas comenzado el partido y no tuvo problemas para posicionarse como uno de los más destacados. En esta oportunidad, Tevez se desempeñó unos metros más retrasado que sus dos compañeros y levemente lanzado hacia la izquierda.

Una habilitación de él a los nueve minutos desembocó en aquel tanto de Messi. Seguramente fue una devolución por una jugada anterior en la que Tevez remató desviado. El hombre del Manchester City siguió buscando con claridad en los últimos metros, y esta vez encontró a Higuaín para que todo terminara en el segundo gol. Pero Tevez también tuvo su propio festejo, aunque con la complicidad de Reina. El arquero se resbaló cuando intentó pegarle a la pelota, y el delantero le ganó en velocidad para llegar antes y marcar el gol con un toque de derecha, en donde la pelota ingresó en el arco luego de rozar en Reina.

Higuaín fue el otro integrante del trío que estuvo muy activo. Su tanto llegó a los 13 minutos, luego de eludir a Reina y definir con un toque de zurda, en una acción similar a otra que tuvo en el mismo arco, pero jugando para River en un superclásico. El hombre de Real Madrid se complementó bien con los otros dos y se movió con criterio tanto por izquierda como por derecha. Al comienzo de la segunda parte pudo haber marcado otro gol, pero su remate fue desviado por el ingresado Valdés.

Argentina dejó en evidencia que tiene diferentes variantes en esta zona del campo. Higuaín fue reemplazado por Sergio Agüero, quien se sumó a este grupo y encontró su lugar para marcar el cuarto gol. En este caso, la jugada llegó por un desborde de Heinze por la izquierda y Agüero convirtió con un cabezazo cruzado. Este ataque se había iniciado a través de un volante que regresó al seleccionado: Andrés D’Alessandro. El futbolista arrancó por la derecha, cruzó la cancha en diagonal y le cedió la pelota a Heinze luego de dejar en ridículo a su marcador.

Con este poder de fuego se pudo superar a España, en un triunfo que quedará marcado en el recuerdo. De la misma manera que aquella frustración ante los alemanes. Tal vez haya sido el primer paso para empezar a borrar esa imagen y vislumbrar un futuro diferente.

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