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Economía|Viernes, 4 de julio de 2014
INVESTIGACION JUDICIAL POR UNA SUPUESTA FALSIFICACION DE FIRMAS

Etchevehere acumula denuncias

La hermana del presidente de la Sociedad Rural acusó a éste, a otros dos hermanos y a la madre de haberle falsificado la firma para tomar créditos para una empresa familiar. El juez libró oficios a los bancos involucrados a fin de avanzar en la investigación.

Por Sebastián Premici
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Luis Etchevehere, titular de la Sociedad Rural, bajo investigación de la Justicia.

El presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere, sus hermanos Juan Diego y Arturo Sebastián y la madre de éstos, Leonor Barbero, habrían fraguado la firma de su hermana e hija, Dolores Etchevehere, en las actas de asamblea de Las Margaritas SA entre 2005 y 2012 con el objetivo de tomar créditos de diferentes bancos, que no fueron declarados en los balances de esta sociedad anónima. El último fue con el Nuevo Banco de Entre Ríos (Bersa) y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), cuando la empresa ya estaba intervenida judicialmente. La sospecha surgió en la causa por defraudación que inició la propia Dolores Etchevehere por desmanejos societarios por parte de sus hermanos y madre. El perito de parte, Angel Iturria, constató que los Etchevehere falsificaron una serie de firmas para transferir inmuebles entre empresas del mismo grupo. Esto despertó la sospecha de los investigadores en la causa, quienes pusieron el ojo en las firmas de las actas de las asambleas de Las Margaritas SA y la aprobación de los balances presentados para determinar si hay más falsificaciones.

Del balance cerrado en diciembre de 2011 surge que la sociedad incrementó su pasivo de 447.303 pesos a 1.747.511 pesos. Pero de los registros del Banco Central sobresalen otros datos: a diciembre de 2011, Las Margaritas SA tenía deudas con los bancos Bersa, Itaú, Credicoop, HSBC y Patagonia por 2.291.400 pesos, una diferencia de 543.888 pesos con lo que aparece declarado en el balance 2011. La sospecha de los investigadores es que el Grupo Etchevehere habría tomado más créditos de los declarados en sus balances.

En segundo término, se preguntan qué tipo de documentación presentaron para endeudarse. El último préstamo otorgado por el Bersa y el CFI se hizo con Las Margaritas SA intervenida judicialmente y con las actas originales de la empresa “robadas”. Cuando comenzó el pleito legal dentro de la familia Etchevehere por la sucesión, que luego derivó en la demanda penal por defraudación, la querellante solicitó todos los libros de la compañía para revisar las distintas actuaciones administrativas. Su sospecha es que habría sido involucrada en una serie de operaciones comerciales como accionista –toma de créditos, venta de activos, etc.– sin su consentimiento.

Luis Miguel Etchevehere y sus hermanos aceptaron enviarle a la querellante los libros a su domicilio en un barrio de zona norte del conurbano, un lugar plagado de cámaras de seguridad y custodias privadas. Los libros originales fueron robados antes de ser entregados. Si bien los Etchevehere hicieron la denuncia policial, lo cierto es que de esa manera se “perdieron” documentos que podrían arrojar algo de luz sobre las firmas sospechadas de haber sido fraguadas.

Las Margaritas SA recibió en 2013 un préstamo por 750.000 pesos del CFI, canalizado a través del Nuevo Banco de Entre Ríos (Bersa), propiedad del Grupo Petersen. Esos fondos fueron entregados a pesar de que la compañía estaba intervenida judicialmente desde mayo de ese año, con el balance 2011 impugnado y sin la aprobación formal de los estados contables 2012. La pregunta que se formularon los investigadores, y por eso el pedido de oficios del juez Alejandro Grippo hacia los distintos bancos, es qué información le presentaron a las entidades financieras para recibir préstamos.

El otro crédito bajo investigación provino del Itaú, por 1.066.000 pesos, que fue retirado a la cuenta individual de los accionistas para ser utilizado en “otros negocios”, tal cual declararon los propios imputados.

Según consta en el expediente, este último préstamo habría sido utilizado para capitalizar la empresa Construcciones del Paraná, también del Grupo Etchevehere, a la que le transfirieron una serie de inmuebles, también con el presunto objetivo de quitar bienes de la sucesión, puntualmente de la empresa SAER, dueña de El Diario de Paraná.

La sospecha de las firmas fraguadas tiene vinculación con esta última empresa. “De las firmas analizadas en la documentación existente en el juzgado en lo Civil y Comercial Nº 7 de Paraná se determinó que las estampadas en las actas 20.02.2006 y 20.04.2006 no corresponden a Dolores Etchevehere”, sostuvo el perito de parte Angel Iturria. Según consta en el expediente judicial, esta falsificación de firmas se hizo para aprobar la transferencia de una serie de inmuebles desde SAER hacia Los Vascos Propiedades, otra empresa de los Etchevehere, también intervenida judicialmente.

El juez penal Grippo, a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Entre Ríos, con la intervención de la fiscal Evangelina Santana, solicitó todo el expediente que tramita en la causa civil, en la cual fue acreditada la existencia de las firmas falsas. Al contar con la documentación aportada en el trámite civil, más las pruebas que surgieron en la causa penal, Grippo reclamó una serie oficios a los distintos bancos con los que operó Las Margaritas SA, como el Banco de Entre Ríos (Bersa), Itaú y entidades en el Uruguay. La información que surja de estas entidades podría terminar de esclarecer los manejos financieros de Las Margaritas SA.

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