El Gobierno giró a Brasil una nueva propuesta para limitar el intercambio bilateral en algunos rubros sensibles, con el objetivo de que las diferencias con el principal socio del Mercosur se resuelvan mediante acuerdos sectoriales de más largo plazo, informó ayer el secretario de Industria, Miguel Peirano. “La propuesta que ahora tiene que responder Brasil establece la posibilidad de fijar un arancel intrabloque a partir de un cierto volumen de comercio, pero no necesariamente por todo el comercio. Ese arancel puede llegar hasta el arancel externo común, que es el que se usa para terceros países”, explicó Peirano. El funcionario recibirá hoy a representantes del gobierno brasileño con quienes analizará la marcha de los acuerdos sectoriales actualmente vigentes.
Argentina planteó que las restricciones para el comercio “sean por tres años en aquellos casos en que se demuestre daño o amenaza de daño”, lo cual implica “demostrar un incremento de importaciones significativo y disponer de indicadores del sector que reflejen evidencia de daño”, apuntó el funcionario.
El titular de Industria aclaró que las medidas propuestas en la denominada Cláusula de Adaptación Competitiva “no son salvaguardas (...), lo que se intenta es instaurar legalmente un mecanismo de regulación del comercio exterior frente a situaciones de daño sectorial”. A su juicio, la aprobación de las medidas por parte de Brasil “podría permitir inducir acuerdos sectoriales de más largo plazo entre los privados”, en reemplazo de los acuerdos a seis meses o un año que se celebraron hasta ahora en rubros como heladeras, lavarropas y textiles.
Para aplicar las restricciones, cada país deberá demostrar que su industria se ve afectada por las importaciones del vecino y luego el socio auditará esas cifras, antes de citar a los privados para que hagan un intento de acercamiento antes de que intervengan las autoridades.