Eduardo Duhalde hizo una cerrada defensa de su gestión, y prometió una solución definitiva al corralón para antes de que finalice su mandato. Sin dar detalles de cómo terminará la historia de los depósitos atrapados en los bancos, el jefe de Estado dijo que “tenemos que dejarle al próximo presidente este tema (del corralón) solucionado”. Y se justificó al afirmar que no pudo darle un final antes “cuando una medida que obligara a los bancos a devolver la plata, aunque sea a plazo largo, hubiese producido el quiebre de muchos bancos y el riesgo serio de que nadie cobre”. Y, en tono enigmático, añadió: “Se va regularizando la situación y creo que nos vamos acercando a una solución que contemple garantizarles a los ahorristas el poder adquisitivo del dinero que habían colocado”. Consultado sobre la posibilidad de que se entreguen bonos compulsivos a los ahorristas, Duhalde prefirió evitar las precisiones.
En declaraciones radiales, Duhalde aseguró que “La pesificación evitó la hiperinflación. Si no hubiésemos pesificado, la depreciación de la moneda hubiese sido seguida por la inflación”, dijo el primer mandatario.
Por último, el Presidente admitió que “me equivoqué” al pronosticar la reactivación para julio pasado. “Pensaba que arreglábamos con el Fondo”, se sinceró, aunque destacó que la estabilidad llegó aunque el pacto siga demorado.
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