EL ENVIADO DE EE.UU. COMENZO LA TAREA DE ADMINISTRAR BAGDAD
No contabas con la llegada del ayatola
Por Jorge Marirrodriga *
Enviado especial a Bagdad
El nuevo administrador estadounidense para Irak, Paul Bremer, de 61 años, comenzó oficialmente ayer su labor de tratar de poner en orden un país en el que a medida que pasan los días aumentan la anarquía y el descontrol de las bandas armadas de delincuentes organizados. Su primer acto público tuvo que ser suspendido por el atentado contra ciudadanos extranjeros en Riad (Arabia Saudita). A pesar de ello, en Bagdad no se reforzaron las medidas.
Bremer, diplomático de carrera y experto en situaciones de crisis, deberá trabajar contrarreloj para tratar de garantizar la seguridad tanto en las carreteras del país como especialmente en Bagdad, donde los saqueos e incendios se han vuelto a generalizar y, según cifras oficiales, cada día se roban a punta de fusil de asalto kalashnikov más de 30 vehículos a plena luz. “Por las noches la situación es peor”, señalan militares estadounidenses encargados de las patrullas nocturnas. La situación ha llegado a tal punto que hay barrios enteros, como Saddam City, donde nadie se atreve a entrar y se han convertido en feudo de las bandas organizadas. Ayer a mediodía, un soldado estadounidense de una patrulla que pasaba por una calle adyacente al conflictivo barrio resultó herido de un disparo. Varias ONG han denunciado el robo de sus coches y en algunos hospitales los médicos operan con guardias discretamente armados a las puertas de los quirófanos para poder concentrarse en las operaciones y no en quién entra en la sala.
Aunque la llegada de Bremer supone la defenestración del hasta el lunes máximo responsable de la administración civil de EE.UU. en Irak, el general retirado Jay Garner, fuentes estadounidenses en la capital iraquí confirmaron que Garner permanecerá algunas semanas más trabajando en Irak antes de su retorno definitivo a EE.UU.
Por la mañana, desde Najaf, la capital espiritual para los chiítas de todo el mundo, el líder del Consejo de la Revolución Islámica en Irak, Mohamed Baqer al Hakim, anunciaba que no aceptará la creación de un Estado laico en Irak “porque un Estado laico no respeta a las religiones”. En su primera comparecencia ante la prensa internacional tras su triunfal regreso a Irak después de casi 23 años exiliado en Irán, Al Hakim subrayó que desea que el nuevo Estado sea democrático y que tenga una clara separación de poderes, pero todas las religiones deben estar representadas en sus estructuras. El ayatola subrayó que las mujeres iraquíes no se limitarán a votar en el nuevo Irak democrático, sino que espera que sean elegidas para desempeñar diversos cargos. En Najaf, desde que hace un mes la ciudad cayera bajo el control de los islamistas chiítas, no se ve por la calle a ninguna mujer con la cabeza descubierta e incluso abundan los velos.