Antes de irse de Irán, donde estuvo dos días, el ministro británico de Relaciones Exteriores Jack Straw dijo ayer que Londres “apoyará las actividades nucleares de Irán siempre que sean transparentes”. Y declaró que ese país “debe firmar el acuerdo de Salvaguarda si quiere obtener la confianza de la comunidad internacional”. Pero en la reunión que mantuvo con el británico, el presidente iraní Mohamed Jatami insistió en que su país está cooperando con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIAIEA) y pidió que se “reconozca el derecho de Irán a la investigación tecnológica y el acceso a la energía nuclear con fines pacíficos”. También anunció que invitará al jefe de la AIAIEA, Mohamed Al Baradei, a visitar Irán para que examine su programa nuclear y “elimine los problemas técnicos”. Esta agencia advirtió a Teherán de que antes de septiembre deberá entregar toda la información sobre sus actividades nucleares. Pero pese a las críticas, el jefe de la Organización de Energía Atómica Iraní, Golam Reza Aqazadeh, viajó ayer a Moscú para negociar la “cooperación en el uso de energía atómica” entre ambos países.