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El mundo|Martes, 21 de abril de 2015
El negocio detrás de la prohibición de entrada a Europa

Traficantes de la desesperación

“Habrá traficantes y muertes, muchas muertes, mientras siga vigente el actual sistema de total cerrazón jurídica que impide la llegada de los inmigrantes”, denuncia Enrico Calamai, trabajador humanitario.

Por Elena Llorente
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La guardia costera italiana desembarcó cuerpos sin vida del naufragio.
Desde Roma

El tráfico de seres humanos no se detiene ni un día, pese a que este fin de semana murieron más de 700 inmigrantes en el Mediterráneo. Ayer, otras tres naves con migrantes pidieron ayuda a las autoridades marítimas y una de ellas encalló cerca de la isla griega de Rodas. Las imágenes mostraban a la gente agarrada a los pedazos de la barcaza que todavía flotaban. Pero no termina ahí. Según la fiscalía de Palermo, en Sicilia, cerca de un millón de personas estarían esperando en Libia para partir a Europa. El fiscal adjunto de Palermo, Maurizio Scalia, explicó a la prensa que además el tráfico ha cambiado. Ya no es como hace algunos años que exigían una cifra por todo el viaje. Ahora, explicó, los traficantes, que no siempre son la misma banda, pretenden una cifra para atravesar el desierto, desde los países de Africa central hasta Libia, cerca de 5000 dólares; para atravesar el mar, otros 1500 dólares; para ser alojados en centros clandestinos en Sicilia o el sur de Italia, entre 200 y 400 euros; y para ser trasladados clandestinamente a otros países de Europa, unos 1500 euros.

Mientras tanto la policía de Palermo, por orden judicial, arrestó en la noche del domingo a 24 personas, todas implicadas de una u otra manera en el tráfico de inmigrantes, principalmente en Catania (Sicilia), donde se ocupaban de hacer escapar a los extranjeros de los centros oficiales de recepción donde llegan después de haber sido salvados en el mar, luego del pago, obviamente, de nuevas y considerables sumas de dinero, y principalmente para ser llevados a países como Alemania, Holanda o el Reino Unido. Esto en cuanto a Italia porque de Europa es poco lo que se ha sabido hasta ahora. La presidencia de turno de la Unión Europea (UE), que este semestre está a cargo de Letonia, decidió hacer una reunión de urgencia de todos los ministros de Asuntos Exteriores en Luxemburgo. Pero difícilmente puedan salir decisiones fundamentales de ese encuentro. El jueves debería realizarse una reunión extraordinaria del Consejo Europeo, y uno de los puntos a discutir sería la posibilidad de aumentar el número de migrantes que cada país recibe.

“Los traficantes de seres humanos son como los esclavistas de siglos atrás”, dijo ayer el premier italiano Matteo Renzi en conferencia de prensa conjunta con su colega de Malta, Joseph Muscat. A Malta, precisamente, llegaron ayer los primeros cadáveres de la nave con 900 migrantes que se hundió este fin de semana cerca de Libia. Renzi recordó que la policía italiana ha ya arrestado a 1002 traficantes. Muscat, por su parte, indicó que “Italia está haciendo todo lo que se puede, pero estos criminales no pueden irse a dormir tranquilos pensando que Europa no tiene los atributos para tomar una decisión. Es necesario no tener que esperar meses para tomar medidas preventivas”. Según Renzi, habría que organizar una misión europea apuntando a los traficantes. “De cada 100 personas que llegan a Italia, 91 llegan de Libia. El primer problema a afrontar es la estabilidad de Libia”, concluyó, aunque descartó todo tipo de intervención militar en el territorio. “Se cerró la página de la dictadura pero no se pensó en el después”, concluyó Renzi aludiendo a la difícil situación de guerra civil que vive ese país.

Peligro, aluvión de refugiados

Pero un bloqueo naval a Libia, ¿podría ser una solución como algunos dicen en Italia? “Un bloqueo naval a Libia significaría abandonar a su suerte a las miles de personas que están esperando, desesperadas, la posibilidad de huir de la guerra y del Estado Islámico”, dijo a Página/12 Enrico Calamai, uno de los fundadores de la organización humanitaria Justicia para los Nuevos Desaparecidos, que precisamente se ocupa de los inmigrantes desaparecidos en el mar. Calamai, ex cónsul en la Argentina, que se hizo célebre por haber salvado decenas de argentinos que escapaban de la dictadura en los años ’70, añadió que la solución es “volver a lanzar Mare Nostrum con bandera italiana o bien con bandera de las Naciones Unidas o de la UE. No es difícil y se podría organizar en pocos días. La marina italiana está dispuesta a hacerse cargo, pero el gobierno no quiere por razones políticas y electorales”. Mare Nostrum, una operación organizada por el gobierno italiano hasta el año pasado y puesta en marcha por la marina local, salvó miles de vidas en el Mediterráneo. Pero, por varias razones, entre ellas algunas de presupuesto, fue sustituida hace algunos meses por una operación europea llamada Tritón, que no ha dado resultado alguno, según los expertos.

¿Por qué la UE no se decide a tomar medidas? “La UE, como la OTAN, ha declarado hace tiempo que la llegada masiva de refugiados constituiría un problema de desestabilización para los países de destino. Esto es cierto solamente en un sistema político-económico de tipo neoliberal, que corta el gasto público lo más posible y, por lo tanto, los ciudadanos, que ya se ven despojados de toda ayuda estatal (educación, hospitales, jubilaciones, transportes), se sentirían todavía más empobrecidos, con la consecuencia de que se podría desatar una “guerra” entre pobres, como ocurrió hace meses en la misma Roma. Es evidente que cuando una alianza militar (OTAN) y otra política (UE) identifican un peligro, éste tiene que ser eliminado de una manera o de otra”, agregó Calamai.

“Habrá traficantes y muertes, muchas muertes, mientras siga vigente el actual sistema de total cerrazón jurídica que impide la llegada de la gente. Es este sistema el que transforma a los migrantes en res nullius (cosa de nadie), sin derecho alguno, el que los obliga a entregarse a los traficantes, con los resultados que estamos viendo. A los traficantes los creamos nosotros con nuestro prohibicionismo. Bastaría con dar instrucciones a las embajadas en Libia para que concedan visados a quien quiera pedir el status de refugiado, para terminar con estas muertes que son crímenes contra la humanidad”, concluyó el ex cónsul. La organización humanitaria de la que participa y muchas otras se han dado cita hoy ante el Parlamento italiano para protestar por las muertes en el Mediterráneo.

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