Fue una reunión entre el presidente George W. Bush y su homólogo mexicano, Vicente Fox, en la que se acordó flexibilizar los controles migratorios a los mexicanos. No obstante, algunos analistas han señalado que el proyecto tiene muy pocas posibilidades de ser aprobado en el Congreso. La visita sirve a Bush para cortejar el voto hispano en las presidenciales de noviembre, que puede definir los comicios en Estados como Texas y Florida. El candidato demócrata a la Presidencia, John Kerry, aprovechó la oportunidad para acusar a Bush de acordarse de los hispanos y de América latina sólo con fines electorales. “Los latinos pueden darse cuenta de que éste es un año electoral porque Bush finalmente les está prestando atención”, declaró Kerry.
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