Ataques suicidas en la Zona Verde de Bagdad, los 10 kilómetros cuadrados más protegidos de Irak, donde están basadas las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña y el gobierno interino de Irak, dejaron ayer un saldo de cinco muertos –tres de ellos estadounidenses– y 18 heridos, entre los que se contaban cuatro estadounidenses. Tawhid y Jihad, un grupo liderado por el líder militante jordano Abu Musab al Zarqaui, se los adjudicó. Anteriormente, un soldado estadounidense también resultó muerto y otros dos heridos en una explosión en un camino en Bagdad.