Luz verde al plan de Sharon con fisura de sus aliados
El premier israelí, Ariel Sharon, logró la aprobación en el Parlamento del plan de retirada de Gaza, pero la oposición provino de sus filas.
Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén
Ariel Sharon, el premier israelí, se aseguró anoche una decisión histórica: el retiro de 8000 colonos judíos de la Franja de Gaza en el primer revés en 37 años contra el constante aumento de asentamientos en el territorio ocupado palestino. Sharon rechazó el pedido de cuatro de sus ministros –que amenazaron con renunciar– para realizar un referéndum sobre la retirada. La decisión –que provocó una furiosa oposición por parte de la extrema derecha de la política israelí, incluyendo la mitad del propio partido de Sharon (Likud) que votó en contra, a pesar de que está apoyado por una gran mayoría de la opinión pública según las encuestas– fue aprobada en el Knesset (Parlamento) por 67 votos contra 45.
El parlamento israelí apoyó el plan para la evacuación de 21 asentamientos en la Franja de Gaza y cuatro del norte de Cisjordania después de un día de intenso drama político en el que dos de los más altos ministros amenazaron con votar en contra del plan, a menos que el primer ministro aceptara un referéndum. Los lugartenientes de Sharon describieron el intento como un “golpe de estado”. Sharon destituyó al ministro sin cartera Uzi Landau y al viceministro de Seguridad Interior, Michael Razton, por haber votado en contra de su plan de retirada de la Franja de Gaza, dijo un funcionario. Los ministros disidentes, incluyendo a Limor Livnat, el ministro de Educación, y Benjamin Netanyahu, el ministro de Finanzas y principal rival de Sharon, advirtieron que le presentarán a Sharon su renuncia si no llama a un referendo. Pero Sharon se negó a modificar la proposición como habían solicitado, y se espera que se resista al pedido de una consulta.
Mientras simpatizantes de Sharon intentaban desesperadamente asegurarse una mayoría, Eli Aflallo, un miembro del partido Likud, que apoya el plan, fue llevado al salón en silla de ruedas como consecuencia de un ataque que, según él, “vino tras las amenazas de los opositores al plan de retiro”. Poco antes de la votación, Shimon Peres, el líder del opositor partido laborista, lanzó un fuerte ataque personal contra Netanyahu. “¿Cómo pueden haber caído tan bajo? ¿Cómo pudieron avergonzarnos así?”, preguntó. Ridiculizando el pedido de Netanyahu de un referéndum, declaró: “Si está en contra del plan, debería retirarse del gobierno”. En la politiquería tensionada previo al voto, Zevulan Orlev, un ministro de la coalición del Partido Religioso Nacional, hizo un último pedido al primer ministro israelí para que apoye un referéndum diciendo que los líderes de los colonos y los rabinos consejeros acordaron respetar el resultado sea cual fuere. Los líderes de los colonos en Gaza llamaron a una consulta, seguros de que triunfarían, pero dijeron que seguirían resistiéndose aun si el resultado respaldaba el plan.
El Knesset, irónicamente, estaba más vacío que lo normal para el debate por las importantes medidas de seguridad tomadas después de una serie de amenazas de muerte contra el primer ministro. Las medidas incluían la prohibición de más de dos invitados por miembro, en vez de los 20 usuales. Pero afuera, bajo el sol de octubre, miles de colonos de todo el territorio ocupado y sus simpatizantes rodearon el edificio en protesta contra el plan de Sharon. Más de la mitad de los manifestantes, con carteles que leían “Sharon es un traidor” y “Soldados desobedezcan las órdenes para evacuarnos”, eran niños de colegios de los colonos que habían cerrado por el día.
El contragolpe que Sharon enfrentará dentro de su propio partido fue demostrado por un manifestante, Yaron Olani, de 28 años, un miembro del Comité Central de la Likud de 3000 miembros. Parado al lado de un cartel con fotos de Netanyahu, Shalom y Livnat, con la leyenda “Las ovejas de Sharon”, Olani dijo: “Dicen estar en contra del retiro, pero votan a favor porque le temen a Ariel Sharon, así que no les tenemos demasiado respeto”. Olani dijo que el partido debía “echar” al primer ministro de su puesto como líder de la Likud y agregó: “Será difícil que Sharon deje de ser primer ministro, pero no lo queremos como líder de la Likud”.
El plan de Sharon, por otra parte, también fue rechazado por la Autoridad Palestina (AP), que exigió ser consultada como parte en cualquier decisión que afecte el futuro de los territorios palestinos. El ministro palestino de Negociaciones, Saeb Erekat, dijo ayer que “el Consejo del Gobierno israelí intenta determinar nuestro futuro en nuestra ausencia y esto no conducirá a la paz”. El ministro exhortó a Sharon a retomar las negociaciones y aplicar el plan de paz conocido como Hoja de Ruta, auspiciado por Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas y la Unión Europea, que contempla la creación de un Estado palestino.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman