En la cabeza de Evo Morales, sus batallas contra los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba tienen sólo un remedio: el referéndum revocatorio que se realizará el 10 de agosto. “Los resultados de este referendo garantizarán la aprobación de la nueva Constitución”, dijo el sábado ante 20 mil seguidores en Cochabamba, donde comenzó la campaña para que los bolivianos le renueven la confianza a su gobierno “o nos iremos a nuestras casas”, afirmó. La nueva Constitución se considera aberrante en los grupos de poder económicos y políticos. Hasta contribuyó en la romería de referéndum autonómicos, como repitieron los prefectos de la Media Luna: “Nosotros no somos los que estamos generando los conflictos. Todo viene del texto constitucional que el gobierno nos quiere imponer”, dijo ayer el beniano Ernesto Suárez. Para el aymara, rechazan el proyecto de Carta Magna porque prohíbe el latifundio, con lo que “afectaría a sus intereses”.
Durante el acto, Evo se refirió a otro de sus oponentes: el gobierno de Estados Unidos (ver página 20), que junto a los partidos políticos tradicionales constituyen “los enemigos históricos de la patria”, según el presidente. Tras acusarlos de “conspiradores”, Evo pidió a sus bases que recordaran el grito quechua para resistir a las políticas de erradicación de la hoja de coca financiadas por EE.UU.: “¡Causachun coca! (viva la coca) ¡Wañuchun yanquis! (abajo los yanquis)”. En su primer acto de esta campaña, el presidente sostuvo que los prefectos opositores “no quieren que se recuperen los recursos naturales, no quieren que estos recursos vuelvan a manos del pueblo boliviano”. Por eso les pidió “no sabotear” el referéndum del 10 de agosto.
Los encargados de la Media Luna se reunirán hoy en Tarija bajo su investidura de Consejo Nacional Democrático (Conalde). Allí definirán, entre otros puntos, qué van a hacer en agosto.
“Quiero decirles de manera pública y con respeto a los prefectos y a algunas cortes electorales departamentales, a algún partido de la derecha, a algunos que son pichones de la dictadura, que se sometan al pueblo,” dijo Evo. Y aseguró: “El pueblo dirá si sigue el cambio o vuelve el modelo neoliberal. El pueblo identificará a sus enemigos”.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) hace días amenazó con iniciar un “paro industrial” en el país. En una solicitada, denunció que “son varios meses que venimos advirtiendo en todos los tonos y con todos los argumentos posibles que el gobierno debe cambiar de rumbo y atender lo que realmente es importante, lo que afecta a la vida del pueblo. Es decir, el empleo, la inflación, el abastecimiento de energéticos y la economía en su conjunto. El obsesivo deseo de poder y el interés exclusivo de la política nos ha traído al umbral del fusilamiento de la economía”. Sin embargo, el gobierno anunció que entre enero y mayo de este año la economía del país creció un 6,4 por ciento.
Según el vicepresidente, Alvaro García Linera, el malestar de la CEPB aparece porque “se acabó la mamadera para los políticos empresarios que se enriquecían con beneficios del Estado”. Dijo: “Queremos empresarios que arriesguen. El Estado está para protegerles, para prestarles dinero”, pero advirtió que “se acabó el casamiento espurio entre políticos y empresarios”. No simpatizó a la CEPB el anuncio que hizo el gobierno del Plan Nacional de Desarrollo (PND), que prevé la estatización de 20 empresas. Morales buscará así incidir para reducir la falta de trabajo que afecta a los bolivianos.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.