El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, presentó el anteproyecto de ley antiterrorista que el Ejecutivo tiene previsto aprobar en la Asamblea Nacional y que además de un endurecimiento de las penas para estos delitos contempla, entre otras cosas, el control de las comunicaciones telefónicas y por Internet; la generalización de la videovigilancia, especialmente en las zonas que la policía considera de especial interés como los alrededores de determinados comercios o de los lugares de culto, así como el control de los viajes a los llamados “países de riesgo”. El anuncio vino precedido, de madrugada, de una operación policial contra un grupo islamista radical, supuestamente ligado al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), en los departamentos de Yvelines y Eure saldada con nueve detenciones.