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La Federación Nacional de Camioneros declaró el estado de alerta y movilización de sus afiliados y amenazó con “paros sorpresivos” si las cámaras patronales no responden al reclamo de aumento salarial del 30 por ciento y una remuneración de 3 y 4 mil pesos –según la región del país– como compensación a sus trabajadores por el pago a la ganancias y el descuento de sus asignaciones familiares. “Mañana (por hoy) vamos a empezar con asambleas y en cualquier momento con los paros, estamos liberados para hacer los paros, si los empresarios no conceden los aumentos habrá paro de 24, 48 o 72 horas a nivel nacional en todo el transporte de cargas”, lanzó ayer Pablo Moyano, secretario adjunto del gremio de los camioneros. El hijo del pope cegetista Hugo Moyano, quien pugna por otro mandato al frente de la central sindical, también ratificó la convocatoria al impugnado –por los sectores antimoyanistas– congreso del 12 de julio que elegirá la nueva conducción de la CGT.
Moyano hijo manifestó ayer al mediodía su malestar por la “negativa empresaria” al reclamo salarial en la paritaria del sector, durante una rueda de prensa en la sede porteña de la avenida Caseros del sindicato camionero. También se encargó, a su manera, de dejar en claro que no aceptará dilaciones empresarias, maniobras en las que incluyó al Gobierno: “Tampoco vamos a estar yendo todos los días al Ministerio de Trabajo para no obtener nada, no podemos estar boludeando”.
“Esta situación no se puede aguantar más”, sentenció el secretario adjunto de los camioneros, para anunciar la decisión que había adoptado minutos antes el consejo directivo del gremio: paros sorpresivos de una hora por empresa y actividad, y que se podrían extender, también sorpresivamente y por varios días, a todas las ramas del sindicato, paralizando desde el transporte de alimentos básicos, combustibles y caudales, hasta la recolección de residuos.
Los camioneros reclaman un aumento del 30 por ciento en la negociación paritaria para este año, junto a otras retribuciones económicas. “Queremos una compensación, por el pago de Ganancias y por la falta de pago de la asignación familiar por hijo, para los trabajadores que desarrollan sus tareas al norte del río Colorado, de 3 mil pesos, y al sur de 4 mil pesos”, proclamó Pablo Moyano ante los periodistas.
“Si a fin de mes no hay respuesta al pedido de aumento del 30 por ciento –que ya fue rechazado por las cámaras empresarias–, se prevé la realización de un paro de 48 o 72 horas”, insistió Moyano para ponerle límite a la negativa empresaria y a la reacción de los camioneros.
Pablo Moyano tampoco evitó responder a hipotéticas situaciones futuras en su enfrentamiento con el gobierno nacional. “Que el ministro (Carlos) Tomada les explique eso a los 200 mil camioneros”, dijo ante la consulta periodística de cuál iba a ser la reacción de su gremio si la cartera laboral no homologaba el pedido salarial de los camioneros. A renglón seguido el dirigente remarcó que la restricción a la homologación de convenios colectivos con aumentos superiores al 23 por ciento “es una política del Gobierno, especialmente de la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) de ignorar todo lo que sea de camioneros, pero que les explique a los trabajadores”.
La disputa por la conducción cegetista también se coló en la rueda de prensa de los camioneros. El hijo del titular de la CGT ratificó la realización del congreso ordinario del 12 de julio –cuestionado desde los gremios que enfrentan a Hugo Moyano– donde se elegirán las nuevas autoridades de la central sindical. Sin embargo, Pablo Moyano desmintió que su padre esté organizando una marcha a la Plaza de Mayo junto con el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo y el estatal Pablo Micheli de la CTA opositora. “Hace seis años que Moyano no habla con Barrionuevo y el día que la CGT anuncie una marcha a la Plaza de Mayo o al Congreso será Hugo Moyano quien anuncie la movilización”, aseguró Pablo.
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