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El país|Domingo, 3 de febrero de 2013
Julián Domínguez habló del pedido del gobierno de Scioli por mayor coparticipación

“Se equivocó de ventanilla”

El presidente de Diputados dijo que ese debate “necesita del acuerdo de todos los gobernadores con la Presidenta”. Señaló también que “las propuestas individuales conspiran contra una construcción colectiva” y destacó el “liderazgo” de Cristina Fernández de Kirchner.

Por Miguel Jorquera
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El presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, considera que el gobierno bonaerense “se equivocó de ventanilla” al reclamarle que abra el debate sobre la coparticipación federal que “necesita del acuerdo de todos los gobernadores con la Presidenta”, al tiempo que afirma que el encuentro de intendentes, legisladores nacionales y provinciales bonaerenses que organizó en Santa Teresita fue para “ratificar el liderazgo de Cristina” y en respuesta a “las propuestas individuales que conspiran contra una construcción colectiva”. De todas maneras, Domínguez insiste en la necesidad de una reforma constitucional que destrabe el artículo 75 de la reforma “liberal” del ’94 que “clausuró” la posibilidad de discutir la redistribución de los recursos federales, que incorpore los “nuevos paradigmas” de la gestión kirchnerista y que termine con los numerosos tratados bilaterales de defensa de las inversiones extranjeras –que se firmaron en la década menemista– porque significan una nueva forma de “endeudamiento externo”. “La Presidenta es quien conduce y marca los tiempos”, responde ante la posibilidad de que una reforma constitucional incluya un tercer mandato presidencial.

–El gobierno bonaerense le solicitó que abra en el Congreso el debate sobre la coparticipación federal. ¿Cuál es su opinión?

–El tema de la coparticipación es lo suficientemente importante como para que se le dé un tratamiento adecuado: se inicia con el consenso de todos los gobernadores, la propia Constitución prevé el acuerdo de todas las provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la aprobación de cada una de las legislaturas provinciales, luego tiene como Cámara de origen el Senado de la Nación para aprobar una ley convenio. Por lo que necesita un diálogo entre los propios gobernadores con la Presidenta.

–¿Cuál cree que fue la motivación de hacerle el pedido a usted?

–Parto siempre de la buena fe y vamos a pensar que el planteo lo hicieron en la ventanilla equivocada porque le encomendaron la tarea a un funcionario y no lo hizo el propio gobernador. Como miembro de la dirigencia política de la provincia siempre propuse que este tema tenga el tratamiento en el nivel adecuado que se merece y que prevé la Constitución para conservar el respeto que esto requiere. Así nos convocó Néstor Kirchner en el año 2004 en el seno del Partido Justicialista.

–En 2004 la discusión fracasó por diferencias entre las provincias.

–Exactamente, en aquel momento algunas provincias obstaculizaron el tratamiento del tema que llevaba adelante Néstor Kirchner. La Nación tiene que compensar en asistencia a un montón de municipios con la asignación de recursos que prevé el propio Estado nacional, precisamente por el impedimento que trabó el artículo 75 de la reforma constitucional del año ’94. En algún momento cuando la Argentina discuta la nueva ingeniería jurídica, este es un motivo más que suficiente como para volver a discutir cuál es el pacto entre las provincias en la distribución de los recursos coparticipables. Este es uno de los grandes temas que amerita una revisión constitucional más tarde o más temprano. No quiero ser polémico pero esta es una realidad objetiva. Cuando uno dice esto, te responden con el “cuco” del tema de la reforma para la re-reelección. En realidad lo que quedó en crisis en el ’94 fue la posibilidad de rediscutir una nueva distribución coparticipable, la clausuraron, la sellaron los constituyentes.

–El pedido de Scioli tuvo un importante respaldo opositor...

–Cuando uno discute coparticipación está discutiendo el modelo de país. Sería extraordinariamente positivo que cada vez que se generan fondos para asistir a los sectores más vulnerables de nuestro país, la oposición nos acompañe parlamentariamente porque si no parece un planteo casi esquizofrénico. Si se allanan a que esta posibilidad se dé, bienvenido. Si no es mentira y es bastardear un tema muy serio con intereses que no son los de la justa distribución de la renta y tienen otras motivaciones.

–A su planteo de reforma constitucional por este tema, ahora se han sumado otros referentes oficialistas con distintos argumentos. ¿Considera que la reforma es una necesidad urgente?

–El modelo liberal de los años ’90 le sacó a la política lo más sagrado que tenía: la posibilidad de discutir. Cuando planteo lo del artículo 75, es que le quitaba la posibilidad de que la política se repiense a sí misma. Néstor y Cristina Kirchner han vuelto a poner la política en el escenario de la plenitud de capacidades para cambiar la realidad. Más temprano que tarde, o al revés, lo dirá la historia, los argentinos debemos discutir la arquitectura de un nuevo Estado, donde estos temas vuelvan a ser parte de la discusión central de nuestro país. Primero, recuperar la capacidad de decisión de los argentinos de nuestro propio destino teniendo a la política como punto ordenador de ese cambio de paradigma. Lo segundo, la recuperación de la ley argentina, salvo los tratados sobre derechos humanos que tienen rango supraconstitucional y forman parte del bloque de legalidad argentina: me refiero a los acuerdos con potencias extranjeras que están por sobre nuestra ley nacional y que configuran el nuevo endeudamiento externo, como los conflictos que Argentina tiene en el Ciadi.

–Otros kirchneristas proponen que una reforma constitucional debe contemplar la posibilidad de un tercer mandato presidencial. ¿Está de acuerdo?

–Los tiempos políticos, para los peronistas, los marca nuestra Presidenta. No hay ningún dirigente que pueda reemplazar la conducción política de nuestra Presidenta, ni hay un dirigente visible que encarne la representación de las expectativas de las mayorías populares argentinas como lo encarna CFK. El tiempo será quien hablará y el pueblo dará las señales que tenga que dar.

–¿Si no hay un tercer mandato, la Presidenta debería ser la gran electora de su sucesor o se abre la discusión dentro del PJ?

–CFK encarna los valores más sagrados del peronismo, entre ellos la lealtad del líder con su pueblo y el pueblo argentino sabe que Cristina no va a estafar la confianza que depositó en ella. Por lo tanto, quien va enmarcar lo que viene es quien conduce y en el peronismo quien conduce tiene la máxima responsabilidad del Estado. Cristina va ser quien marque ese tiempo.

–Daniel Scioli ya manifestó su anhelo de ser candidato presidencial en 2015. ¿El encuentro de intendentes y legisladores bonaerenses que usted organizó en San Clemente fue una respuesta a esas aspiraciones?

–Fue reconocer el liderazgo de nuestra Presidenta. No hay salida individual. La enorme contribución que ha hecho este proceso, con Néstor y Cristina, de devolverle a la política la capacidad transformadora, también significa la muerte de las individualidades y la construcción de lo colectivo. El principal estrago que nos hizo el liberalismo cultural en la Argentina es creer que uno individualmente es mucho más que el conjunto. Este es el cambio que requiere la Argentina de la dirigencia política. El individualismo tiene que ver con el egoísmo y no con la construcción social y colectiva que requiere este tiempo político. Eso fue lo que reafirmamos en esa reunión y quien esté dispuesto a acompañar esta construcción bajo el liderazgo de Cristina bienvenido sea. Esto amerita que no sean tenidas en cuenta las situaciones individuales que conspiran contra una visión de construcción colectiva.

–Buenos Aires es una provincia estratégica en cualquier elección. Sin embargo, todavía no aparece una construcción unificada del oficialismo y sí figuras como Scioli o el propio Massa. ¿Cómo cree que le va a ir al kirchnerismo en esta elección?

–No es lo que creo sino lo que siento: hay una adhesión masiva al proyecto político que encarna nuestra Presidenta y los hombres y mujeres que expresen la renovación dirigencial, las expectativas de ideas y encarnen lo que el pueblo siente son los que van a tener el resultado del acompañamiento de la gente en la elección legislativa. Hay una Argentina virtual de los medios de comunicación y hay otra Argentina y provincia de Buenos Aires más profunda, que tiene expectativas y cree en la Presidenta. La buena consideración que tienen muchísimos dirigentes está cimentada en la adhesión al proyecto político que conduce Cristina.

–Desde la oposición afirman que el modelo ya está agotado.

–Lo nuestro no es un modelo cerrado sino un proyecto político con objetivos abiertos: de justicia, igualdad, de pleno empleo, de defensa del mercado interno, de la construcción de un capitalismo nacional, de una educación inclusiva que tiene destinado el 6,7 del PBI, con la nuevas universidades en el conurbano, de la ciencia y la tecnología vinculada al desarrollo económico. El peronismo no se agota porque siempre tiene la lucha abierta de cara a los sueños de una sociedad más justa, pobre de nosotros si nos agotáramos. Si piensan que el modelo está agotado, tienen una visión de la realidad que no se compadece con la del pueblo. Lo que hay que preguntarse es si el pueblo convalida o no el liderazgo de Cristina y lo que ha hecho el pueblo contra todos los pronósticos es convalidarlo. Lo que se agota es encuadrar, desde un pensamiento colonial, al peronismo como si fuera una pieza de museo histórico encerrada por una guardia petroriana de los dirigentes que se sirven de ella.

–No todo el peronismo está alineado con el gobierno nacional. José Manuel de la Sota se plantea como una alternativa a este modelo.

–Perón dice que peronista es quien acepta la conducción y la que conduce es nuestra Presidenta. Los que atentan contra esa construcción son otra cosa y no representan el legado histórico de Perón. El peronismo reconoce la conducción y la lealtad a nuestra Presidenta. Somos un movimiento abierto, un frente amplio que en lo político abraza al conjunto de la sociedad con la aspiración de defender un proyecto de país.

–¿Qué opina sobre el acuerdo entre Argentina e Irán que será girado al Congreso para su tratamiento?

–La Presidenta ha dado testimonio permanente en su gobierno y el de Néstor de la lucha por la verdad y la justicia. Sin duda, el acuerdo y lo que el canciller ha transmitido va en esta dirección.

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