Adolfo Rodríguez Saá se encargará de hacerlo sentir como en casa: hoy, apenas llegue a San Luis, Carlos Menem recibirá la llave de la ciudad y será declarado huésped de honor. Será el puntapié inicial para la conformación de una alianza estratégica con la que los ex presidentes buscarán contrapesar el poder de Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde, la otra sociedad existente en el omnipotente justicialismo.
La excusa de la cumbre más anunciada de este año será la presentación de un documento para reclamar la “normalización” del PJ. Esto es el llamado a internas para definir la conducción del partido. En su afán de darle vuelo a lo que se dio en llamar la “transversalidad”, Kirchner siempre se mostró renuente a asumir la presidencia del Consejo Nacional Justicialista. Ahora que Menem-Rodríguez Saá van por ese sillón, en el Gobierno no descartan que el santacruceño reconsidere su negativa.
El documento que se conocerá hoy tiene como nombre provisorio “El peronismo vive”. Es, al fin, una expresión de deseo de Menem y Rodríguez Saá sobre su propio estado de situación dentro del partido. E intentarán demostrarlo peleando espacios de poder en el Congreso, donde podrían conformar un interbloque. Ya se habla además de la postulación del propio Menem a senador nacional por el PJ riojano, en una no tan complicada ingeniería que le devuelva protagonismo y inmunidad.
En su entorno aseguran que la idea de la candidatura está en estudio pero que no se anunciaría hoy en San Luis, entre otras cosas porque lo sacaría de escena al Adolfo y el acuerdo es presentarse en una relación de horizontalidad.
En el hotel Cruz de Piedra, donde se realizará la cumbre, aparecerá lo más granado del menemismo y del adolfismo, aunque persisten dudas sobre si Alberto Rodríguez Saá, el gobernador, se prestará para la foto.