Según las versiones, el duhaldista Eduardo Camaño dejará a fin de año la presidencia de la Cámara de Diputados. Sería reemplazado por el actual intendente de La Matanza, Alberto Balestrini. Díaz Bancalari podría pasar al Senado.
Por Eduardo Tagliaferro
El Presidente tendría en mente a Alberto Balestrini para reemplazar a Eduardo Camaño en Diputados.
Sin una oposición que ponga en peligro el horizonte del Gobierno, no hay dudas de que los únicos obstáculos que por estos días encuentra el kirchnerismo provienen de su propio partido. Obstáculos que se reducen a entorpecer el objetivo del oficialismo de cumplir con el abecé de la política: aprovechar el impulso de los dos primeros años de gestión para sumar poder. Aunque la interna del kirchnerismo con el duhaldismo toma el formato de candidaturas a diputados y senadores, sus efectos se proyectan sobre las figuras que finalmente tendrán las mayores responsabilidades en el Congreso. Rumores que los propios involucrados se preocupan en desmentir, aseguran que el mandato del duhaldista Eduardo Camaño como titular de la Cámara de Diputados termina el 10 de diciembre. El mismo día en el que, también afirman, asumiría como presidente del cuerpo el actual intendente de La Matanza, Alberto Balestrini. La misma especie, repetida hasta el cansancio a este diario por los principales referentes del oficialismo en el Parlamento, daba como muy probable que el actual jefe del bloque peronista en Diputados, José María Díaz Bancalari, sería el segundo en la lista de candidatos a senadores en Buenos Aires, detrás de Cristina Fernández de Kirchner.
La candidatura de Díaz Bancalari fue la semana pasada comentario obligado en el Congreso. Los más osados sostenían incluso que el tema fue materia de conversación entre el presidente Néstor Kirchner y el titular de la bancada en el reciente viaje a Roma, donde participaron de la asunción de Benedicto XVI. “Parece que algunos compañeros lo han propuesto. Personalmente no lo vería nada mal”, confió a este diario un destacado dirigente del duhaldismo en el Congreso.
En el círculo cercano a Díaz Bancalari niegan enfáticamente la especie. Dicen que la candidatura no está confirmada. Entre los argumentos con que la relativizan, señalan que “hasta el momento no hubo negociación entre Duhalde y Kirchner”, condición básica para una candidatura de ese tamaño.
También afirman que mandarlo al Senado sería excluirlo de la política en la provincia. Algo que dicen que está ejerciendo activamente y en silencio. No dudan en resaltar que fue producto de las negociaciones de Díaz Bancalari que hoy se está hablando de un 60 por ciento del armado de las listas para Kirchner y un 40 para Duhalde. “El Cabezón tiene que hacerle un monumento al Mono. Hace unas semanas atrás se hablaba de un 70 a 30 a favor de Kirchner”, repiten cuando este diario mostró sorpresa ante el reparto. Aunque sea con reserva de su nombre, proviniendo de boca de tradicionales duhaldistas, la mención muestra a las claras el ánimo que por estos días sobrevuela por esos lares.
Un reconocido dirigente del peronismo bonaerense confió que fue el propio ministro de Defensa, José Pampuro, el que le habría transmitido ese clima a Balestrini: “No hace más de tres semanas atrás, Pampuro fue hasta el despacho de Camaño para transmitirle de parte de Kirchner el mensaje de que su presidencia terminaba el 10 de diciembre”. Según el mismo dirigente, “Camaño le habría preguntado si el sucesor en su puesto sería Balestrini”. De buena llegada al intendente de La Matanza, el peronista que habla con este diario subrayó que Pampuro le habría transmitido a Balestrini que en el despacho del quilmeño “el clima era de velorio”. Consultados, voceros de Balestrini no quisieron opinar sobre el tema. Algo que, en diálogo con Página/12, Camaño negó enfáticamente: “Con Pampuro no hablé de ese tema. Si alguien le dijo eso, no tenga dudas de que es un mentiroso”, respondió.
Tanto unos como otros de los consultados coinciden en que “así como nadie representa la voz de Kirchner, tampoco nadie representa la de Duhalde”. También coinciden en afirmar que, en la óptica de los dos principales referentes que hoy disputan la mayoría en el peronismo, “todavía hay tiempo para continuar negociando”. La conclusión es obvia. La negociacióntendrá una definición personal. Cuando uno pregunta por el espacio que le quedará al actual gobernador Felipe Solá en ese acuerdo, también son tajantes: “A Solá le queda cumplir con el rol de gobernador. El rol más importante que tuvo en su vida”, dicen con cierta sorna.
No son pocos los que muestran cierta sorpresa por el hecho de que Balestrini suene para ocupar la presidencia de Diputados. La sorpresa no pasa de ser formal: sería el primer caso de un recién electo que se dirige directamente a ocupar ese cargo. Un destacado bonaerense afirma que “Balestrini es un dirigente que semanalmente se reúne con Kirchner”. Precisamente de una de esas reuniones, hace cerca de tres meses, habría surgido el convite para que Balestrini acompañara a Cristina Kirchner como segundo candidato a senador. Luego de que el matancero respondiera que prefería dar una mano como diputado, comentan que el Presidente le preguntó “si quería ser presidente de la Cámara”. “Ese es mi sueño”, habría sido la respuesta de Balestrini, según los importantes dirigentes del peronismo que hablaron con este diario.
Las negociaciones todavía están verdes. Así se explica que la mayoría de los legisladores y hombres del justicialismo que comentan algunos pormenores lo hagan con rigurosa reserva de su nombre. Algo aparece claro: el duhaldismo atraviesa un momento complicado. Un presente que sólo se atenúa porque el futuro puede ser aún más duro.