El pianista Fernández. Giorno, de campaña. El misterioso fax de Chacho Alvarez. Solá cría un pollo. Aunque no lo veamos, Parrilli siempre está. Trotta también escribe. Aníbal Fernández, macho, viejo y peludo. El apodo de Gorgal.
Por Diego Schurman
Tócala de nuevo, Albert:
Tanto hablar del FMI y Estados Unidos, que al invitar a Braulio López a Buenos Aires, durante un reciente encuentro internacional en Montevideo, le dijo: “Tenés que venir a tocar a la Casa Blanca”. Pero rápida de reflejos, Cristina Kirchner se río de sus propias palabras y corrigió. “¿Dije Casa Blanca? Nooooooo, tenés que venir al Salón Blanco de la Casa Rosada. Eso sí –siguió, mirando al mítico músico de Los Olimareños–, traete la guitarra, pero que él no toque”, señaló a Alberto Fernández. Y antes de que el jefe de Gabinete preguntara razones de la bajada de pulgar, la senadora cerró el tema. “Sabés lo que pasa, Braulio, él no toca, aporrea los pianos, los a-po-rre-a.”
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Me-ee-e-ee-ee-eee-ee:
El legislador porteño Jorge Giorno relató que durante su visita a la sede de los demócratas, en Washington, el número tres del partido, Moisés Mercado, lo recibió con una sugestiva pregunta: “¿Es cierto que estoy charlando con el futuro jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires?”. Y que, poniéndose más colorado que Diego Santilli –quien lo acompañó en el encuentro–, le respondió: “Primero espero ser diputado nacional en octubre, después le cuento”. Más que una anécdota, todos aquellos que lo escucharon creyeron interpretar en sus palabras un formidable autobombo.
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Misterio:
Salió como una tromba. “Tráiganme el fax de Chacho, tráiganme el fax de Chacho.” Cristina Kirchner estaba apurada. Adentro de uno de los salones del Hotel NH Columbia había dejado a personalidades de renombre de Chile, Uruguay y Brasil, como el senador Rafael Michelini, la precandidata a presidente por el socialismo, Michelle Bachelet, y al asesor de Lula, Marco Aurelio. La primera dama quería hacerles conocer una propuesta, de la que no es ajeno el ex vice argentino Chacho Alvarez. Aunque nadie reveló de qué se trataba.
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Camino a la fama:
El muchacho, poco conocido, ya despierta recelos entre varios intendentes del conurbano. Y no es para menos: Felipe Solá lo comenzó a convocar a los actos y lo tiene en carpeta para darle un lugar en la lista de senadores bonaerenses. El potencial candidato del gobernador es Julio César Urien, el kirchnerista titular del PAMI San Martín, quien se presenta como el hombre que logró desplazar a Luis Barrionuevo de la obra social de esa localidad.
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¡¡¡Qué chucho marucho!!!:
Antes de retornar a Buenos Aires, se informó que a excepción de la senadora y los ministros kirchneristas, el resto de la comitiva que participó de la cumbre internacional en Uruguay emprendería el regreso en otro avión. La sorpresa fue al llegar al aeropuerto de Carrasco. Aquella nave en la que todos creyeron ver una pieza de museo de la Fuerza Aérea Argentina era precisamente la que los llevaría a lo largo de una hora –el doble que un vuelo normal– al Aeroparque Jorge Newbery. Ya dentro del turbo hélice, con puertas sin burletes –y un chiflete para usar bufanda—, secretarios y custodios que completaron las 10 plazas no pudieron evitar acordarse, con humor, de Oscar Parrilli. El secretario general de la Presidencia es el hombre que se encarga de bajar los gastos oficiales.
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El que no corre, Trotta:
Director de la Escuela de Gobierno, creador de los Jóvenes K y uno de los pollos del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. A Nicolás Trotta le pueden adjudicar cualquiera de estos títulos. Pero el muchacho quiere que también lo conozcan por otro: Elegí tu propia Argentina. Se trata de un libro de cosecha propia con el que busca convencer a la gente que de su participación depende torcer “el rumbo de derrota” del país. Una prédica que ya hizo propia cuando, a través de una campaña de afiches, reivindicó el rol ciudadano en el cambio de actitud de Shell y ESSO. “Feliz boicot, Los precios los subieron ellos, pero los bajaste vos”, rezaba el cartel.
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Juego de niños:
La noticia corrió como un rayo. El avión que trasladaba de Córdoba a Buenos Aires a Aníbal Fernández sufrió una falla en el motor izquierdo y tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Fisherton, Rosario. Este diario buscó el testimonio del ministro del Interior, para que detallara cómo vivió el incidente, que tomó tono de tragedia en los relatos radiofónicos y en los sitios de Internet de algunos medios. “Cómo voy a tener miedo si ni me enteré de lo que pasó. La verdad –le dijo Fernández a Página/12–, desde ahí adentro no me di cuenta de lo que pasaba. Lo que sucede es que los diarios hacen mucho chamuyo. Pero no fue nada. Además yo no tengo miedo.”
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Apodos:
En el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la creatividad está a la orden del día. No pasó ni un minuto de su llegada al gabinete porteño que al saliente secretario de Seguridad, Juan José Alvarez, le pusieron el mote de Jay Jay, por una caricatura de Discovery Kids que comparte sus iniciales. Ahora, los ministros y secretarios que acompañan la gestión de Aníbal Ibarra encontraron rápidamente un apodo para su reemplazante, el joven Diego Gorgal. No aclararon las razones, pero todos lo llaman Harry Potter.