“El poder político no debe buscar votos a través de una tragedia”
El ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni criticó las opiniones de funcionarios y políticos al fallo que liberó a Chabán. “Hay que dejar trabajar a la Justicia tranquila”, advirtió. E insistió en que “desde un punto de vista ideal” la prisión preventiva no debería existir.
Eugenio Zaffaroni fue llevado a la Corte por el gobierno que encabeza el presidente Kirchner.
“Creo que lo mejor que podría hacer el poder político es no exacerbar a la opinión pública y tratar de no conseguir votos a través de una tragedia.” No fue una opinión cualquiera entre la multitud de opiniones críticas al Gobierno de jueces y camaristas. Se trató de Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia, y el primero en ser propuesto por el gobierno de Néstor Kirchner para renovar la Corte menemista. Zaffaroni estuvo dirigida al propio Gobierno. Zaffaroni sostuvo que la figura de la prisión preventiva “desde un punto de vista ideal no debería existir”, consideró que debe utilizarse sólo en casos extremos y aseguró que “se trata de una pena anticipada”. Después mencionó como modelo de crisis lo que ocurre en territorio bonaerense, donde “cuatro de cada cinco presos no tiene condena” y la enorme mayoría debería llegar a juicio libre, con presunción de inocencia.
Consultado por el programa Animados, de Radio Mitre, ayer por la mañana, el integrante de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni se refirió a la polémica desatada por lo que se consideró una intromisión del poder político sobre la tarea de los jueces. “Creo que lo mejor que podría hacer el poder político –sostuvo Zaffaroni– es no exacerbar a la opinión pública y tratar de no conseguir votos a través de una tragedia, la mayor tragedia sufrida por la Ciudad de Buenos Aires desde 1955 hasta la fecha.”
“Los políticos –dijo el magistrado– están en una actividad y es explicable que se monten” para no perder votos, “pero ésta es una tragedia” de dimensiones y “creo que hasta en la política hay ciertos límites éticos”.
Precisamente ayer, la Corte recibió un pedido de recusación de parte de los familiares de Cromañón dirigido contra Zaffaroni y Carlos Fayt, por considerar que habían preopinado en relación al caso. El lunes, Fayt se había referido a su posición negativa respecto al per saltum. Ese mismo lunes, los familiares presentaron el pedido a la Corte para que se avoque el expediente de Cromañón por esa vía, es decir, salteando las instancias inferiores. Lo mismo había hecho, horas antes, el fiscal de Cámara Joaquín Gaset. El pedido de recusación fue casi automático.
En cuanto a Zaffaroni, sostuvieron que se había referido en múltiples oportunidades a sostener la idea de disminuir la figura de la prisión preventiva. “La prisión preventiva es una pena anticipada –dijo ayer durante la entrevista–. Desde un punto de vista hipotético, desde un punto de vista ideal, no debería existir. Existe porque no tenemos otro remedio, en algunos casos extremos, para garantizar la seguridad, para garantizar la propia investigación, para que no la perturbe el imputado, para evitar otro conflicto igual o más grave, para evitar la fuga del imputado. Bueno, no tenemos otro remedio que acudir a esta pena anticipada. Ningún país ha logrado suprimirla, de modo que no existe esta posibilidad. Es un poco la cuadratura del círculo, estamos lesionando el principio de inocencia en función de otra necesidad que no podemos evitar de otra manera.”
Luego, Zaffaroni se refirió a la situación generada en la provincia de Buenos Aires, donde las cárceles desbordan en términos concretos, hacinamiento que viene en acelerado aumento desde que Carlos Ruckauf decidió llenar las cárceles a contramano de la posición del Poder Judicial y de la mano de su ministro de Jorge Casanovas, proponiendo leyes que dificultaron la excarcelación, propuestas luego continuadas por el actual gobernador Felipe Solá. “En la provincia de Buenos Aires –dijo Zaffaroni– tenemos una cantidad enorme de personas privadas de libertad por prisión preventiva. Prácticamente, de cada cinco presos, cuatro están en prisión preventiva y un quinto condenado. Es una realidad terrible de la provincia de Buenos Aires y, por supuesto, yo no puedo creer que la provincia de Buenos Aires tenga 30 mil homicidas, violadores o secuestradores, o sea que tiene que haber privada de la libertad gente que en la Ciudad de Buenos Aires o en otros lados estaría suelta, sin prisión preventiva me refiero, sin perjuicio de la continuación de la causa o de cualesquiera sean los resultados de la sentencia. Es decir, está sobrando en la provincia de Buenos Aires una cantidad de presos inútiles que pertenecen a clases sociales carenciadas y realmente por delitos menores, bastante menores. Y, al mismo tiempo, la gente está percibiendo excarcelaciones de gente que pertenece a otras clases sociales y por delitos más graves. Independientemente de cuál sea la opinión técnica, que me reservo, esto es lo que la gente percibe.”
Después agregó: “Entiendo la impaciencia de los familiares. Comprendo la indignación de alguien que ha perdido a un hijo”, pero sostuvo que “hay que dejar trabajar a la Justicia tranquila, porque si no el sistema judicial estaría sometido a un plebiscito permanente”.