Desde Rosario
Lejos de esclarecer el panorama político santafesino, la presencia de Néstor Kirchner ayer en el templo evangélico del oeste rosarino donde anunció un plan de obras contribuyó a generar más desconcierto. Entre la tropa propia, no hubo mayores gestos que subir al avión presidencial y al escenario a los hasta ahora virtuales precandidatos a gobernador del oficialismo, Agustín Rossi y Rafael Bielsa. Pero en el acto, no hubo alusión o guiño de complicidad ni para el jefe de la bancada en Diputados ni para el ex canciller.
El anfitrión, el intendente socialista de Rosario Miguel Lifschitz, responsable de la invitación y del malestar de la administración provincial por haber salteado a la Casa Gris en la organización del evento, apenas fue citado en el discurso K: se emparentó su figura con el uso local de los denominados superpoderes para justificar su pedido a escala nacional. El otrora aliado transversal, el candidato a gobernador Hermes Binner debió contentarse con subir a la tarima. Quien con menos expectativas llegó a la ceremonia, se llevó, a fin de cuentas, las palabras públicas más afectuosas, el gobernador Jorge Obeid.
Binner no formó parte de la comitiva oficial. El ex intendente llegó temprano al local y esperó, paciente, dentro del cerco dispuesto para la dirigencia de primera línea. Cuando se lo consultó sobre una posible candidatura a gobernador bendecida por el kirchnerismo, respondió: “Somos parte de un proyecto político distinto”. No obstante, celebró la ocurrencia de los militantes de la Federación Tierra y Vivienda –organización que responde a nivel nacional a Luis D’Elía– quienes desplegaron banderas con la leyenda: “Kirchner Presidente, Binner Gobernador”. “La verdad, me sorprendió”, dijo.
Segundos antes de que los aplausos marcaran el ingreso de Kirchner al amplio auditorio, entraron Rossi y Bielsa. El primero en subir al escenario fue el diputado. El ex canciller hizo lo mismo tras saludar efusivamente a un militante y a su hermana, la vicegobernadora María Eugenia. Este diario le preguntó a Rossi si la presencia de Bielsa en la comitiva podía interpretarse como un gesto presidencial tendiente a ir “testeando” a quién bendecirá como candidato a gobernador para 2007. “El Presidente no va a bendecir ninguna candidatura. Creo que va a permitir que sean los santafesinos quienes definan sus candidaturas”, fue la respuesta de Rossi, que pretende dirimir la postulación en una interna abierta.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.